Cannes es el festival de cine más importante del mundo y tal privilegio le permite algo que nadie logra con tal habilidad: mezclar el cine de autores consagrados, las superproducciones de Hollywood y los descubrimientos fílmicos más raros del planeta. Si en años anteriores se reunieron desprejuiciadamente Indiana Jones 4, Anticristo de Lars von Trier, Shrek o el cine filipino de Brillante Mendoza y Raya Martín, en la edición 2010 la ecuación se repite con perfección aún mayor. Entre las películas anunciadas ayer están Wall Street 2: El dinero nunca duerme de Oliver Stone, You will meet a tall dark stranger de Woody Allen y Biutiful de Alejandro González Iñarritu. Y en la inauguración del 12 de mayo se dará un blockbuster que promete una taquilla de proporciones: Robin Hood, la cinta de Ridley Scott con Russell Crowe como el justiciero medieval.

Las películas más espectaculares en términos de presupuesto y estrellas casi siempre están fuera de competencia y este año se repite aquella norma con Robin Hood y Wall Street 2, que cerrará el festival el 23 de mayo. El filme de Oliver Stone aplazó incluso su original estreno comercial de abril, considerando que Cannes le exige total exclusividad a la hora de presentarse en sus pantallas.

La cinta (que llega Chile el 30 de septiembre) se ambienta 23 años después que la primera, que terminaba con el poderoso magnate Gordon Gekko tras las rejas en 1985. Ahora, en junio del 2008, Gekko (Michael Douglas) ha cumplido su condena y sale de prisión para tomarle nuevamente la temperatura a las finanzas de la Bolsa de Nueva York. En un rol menos antagónico que en Wall Street 1, Gekko conserva intactas sus virtudes de sagaz especulador, pero ahora presiente que el mundo está al borde de una crisis económica. Paradójicamente y considerando su mal historial, el universo de los financistas mundiales no está dispuesto a creerle al más codicioso entre los codiciosos.

La nueva comedia de Woody Allen también se estrena fuera de competencia (tal como sucedió con su aclamada Match Point en 2005) y su escenario es otra vez Londres. El filme You will meet a tall dark stranger (algo así como Te encontrarás con un extraño alto y oscuro) es uno de aquellos retratos corales tan caros a Allen desde los tiempos de Hannah y sus hermanas (1986), mezclando historias agridulces de familia y parejas. La información de su trama es muy escasa (como siempre pasa con las cintas de este director) y en el reparto están Anthony Hopkins, Antonio Banderas, Naomi Watts y Freida Pinto (la actriz india de Slumdog millionaire).

La selección latinoamericana no aparece tan abundante como en años anteriores (aunque aún falta que se anuncien las secciones de la Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica), pero en la Competencia Oficial está Biutiful del mexicano Alejandro González Iñarritu. Esta es la primera película totalmente hablada en español del director desde Amores perros (2000) y fue producida junto a sus socios Guillermo del Toro y Carlos Cuarón. Protagonizada por Javier Bardem, Biutiful es la historia de un hombre envuelto en tráfico de drogas que se reencuentra con un amigo de infancia ahora de profesión policía.

También compiten al menos tres grandes autores del cine mundial: Mike Leigh, Takeshi Kitano y Abbas Kiarostami. Del inglés responsable de Secretos y mentiras se dará Another year, cinta con Imelda Staunton (Vera Drake) y Jim Broadbent que nuevamente fue rodada en su tradicional estilo de improvisaciones y ausencia de guión. Por su parte, Kitano ingresa en el tópico de la yakuza (mafia japonesa) en su cinta Outrage, que lo tiene de protagonista. El iraní Abbas Kiarostami (cineasta consagrado en este festival en 1997 con El sabor de la cereza) realiza su primera incursión occidental con Copie conforme, acerca de un escritor inglés que llega a Italia a promocionar su nueva novela e inicia un romance con una mujer francesa (Juliette Binoche).

Aparte de la megaproducción Robin Hood (que promete ser la más violenta de todas las versiones alguna vez llevadas a la gran pantalla), el cine norteamericano trae además Fair game. La película de Doug Liman (que está en competencia) recrea el bullado caso de la agente de la CIA Valerie Plame, esposa de un ex embajador estadounidense que en 2003 se enfrentó con el gobierno de George W. Bush por el caso de la supuesta presencia de armas de destrucción masiva en Irak. En el rol de Plame está Naomi Watts, mientras que su esposo es Sean Penn.