Mientras continúan los operativos de búsqueda tras el naufragio del transbordador surcoreano Sewol, que ha dejado al menos 25 personas fallecidas y a 271 desaparecidos -de un total de 475 pasajeros-, continúan las investigaciones para dar con las causas del trágico accidente ocurrido el miércoles pasado.
El hundimiento ocurrió en aguas tranquilas y de poca profundidad y los investigadores se han concentrado en el rol del capitán del barco, Lee Jun Seok, de 69 años.
En la mañana de hoy en Seúl, el fiscal general surcoreano, Park Jae-eok, afirmó que se estableció que el capitán no estaba manejando la máquina al momento de ocurrir el naufragio.
"Era el tercer teniente quien llevaba el timón en el momento de producirse el accidente", declaró el fiscal . "El capitán no estaba al timón", añadió.
Además, la justicia busca establecer si el capitán fue uno de los primeros en abandonar el navío, tal como lo hizo su par del naufragado crucero italiano Costa Concordia en 2012, como sugieren los testimonios de algunos sobrevivientes.
Los rescatados del transbordador también criticaron que la tripulación del barco les haya ordenado permanecer en sus asientos, en lugar de ponerse a salvo, durante una hora tras escucharse el estruendo que dio lugar al inicio del hundimiento, lo que plantea más interrogantes sobre si una reacción más rápida pudiera haber salvado a los 271 pasajeros que continúan desaparecidos, en su mayoría estudiantes secundarios.
A esto, se suma la transcripción de comunicaciones entre el barco y tierra, que establecen que el capitán demoró en evacuar la embarcación, a lo menos, media hora después de que un funcionario de transporte de Corea del Sur ordenara iniciar los preparativos para abandonar el barco, según consignó la agencia The Associated Press.
Operativo de búsqueda
Cuatro de los más de 500 buzos que participan en los trabajos de búsqueda lograron esta mañana penetrar en la nave hundida. Los especialistas entraron en la cafetería del barco, desde donde, hasta el cierre de esta edición, realizaban una exploración.
La dificultad para llevar a cabo el rescate, el largo tiempo transcurrido desde el hundimiento el miércoles y la baja temperatura de las aguas han desvanecido casi por completo las esperanzas de hallar supervivientes.