Se vieron por primera vez en 1922. Gabriela Mistral tenía 33 años y Palma Guillén 24. La poeta chilena llegaba a México para participar en la reforma educacional, invitada por el ministro de Instrucción Pública José Vasconcelos.
La primera impresión de la profesora azteca, Palma Guillén, fue ver a una mujer "mal vestida, mal fajada, con sus faldas demasiado largas, sus zapatos bajos y sus cabellos recogidos". Sin embargo sólo sería una mirada superficial. Guillén se convertiría en una compañera inolvidable para la autora de Lagar.
El trayecto de la relación se puede seguir en el libro recién publicado Hijita querida, que reúne más de 100 cartas que Guillén le envió a Mistral. De 1942 hasta la muerte de la poeta, en 1957.
Desde la llegada de Mistral a México, Guillén la acompaña, como su secretaria, durante dos años recorriendo las escuelas de diferentes ciudades del país. Luego, en 1924, viajan juntas a Estados Unidos. A ese viaje le seguirá una serie de aventuras por Italia, Francia y España. Mistral le dedicaría su libro Tala (1938).
"Es durante ese período, cuando aparece en la vida de Gabriela Juan Miguel Godoy, que con Palma Guillén apodaron como Yin-Yin", escribe Pedro Pablo Zegers en el prólogo de Hijita querida, sobre el sobrino de Mistral que adoptaría como hijo. "Ambas tendrían la tuición legal", agrega Zegers, experto en la obra mistraliana y a cargo de la edición del libro, que cierra con 26 cartas enviadas por la poeta chilena a su amiga mexicana.
"Es ella quien lo guía, quien intenta llevarlo por buen camino", cuenta Zegers sobre el papel de Guillén. En Hijita querida se incluyen un par de cartas de Palma a Yin-Yin. En mayo de 1943 anota: "Es mucha lástima que desperdicies las capacidades con las que Dios te ha dotado y que pierdas el tiempo en burradas y pases horas de horas de ocioso". Yin-Yin se suicida tres meses después, en Brasil, a los 18 años. "Gabriela y Palma ya no estaban juntas. Lo más seguro es que Palma no viajó a Brasil ante la muerte de Yin-Yin", aclara Zegers.
Sólo se volverían a reunir en 1949, cuando Mistral regresa de visita a México. Palma se había casado en 1946 con el político español Luis Nicolau. "Gabriela incluye en varias ocasiones a Palma en su testamento, pero ella se niega. Incluso cuando muere, Palma cede sus derechos a Doris Dana", explica Zegers.
En 1955, dos años antes de la muerte de Mistral, Palma le escribe desde México con fecha 29 de julio: "Por lo que he visto me imagino fácilmente tu drama ese de las secretarias sin ortografía e incapaces de entender ni tu letra -no se diga tu pensamiento- en lo que escribes. Eso no tiene remedio, Hijita. Una sola secretaria tuviste tú -la Palmilla".
Mistral apunta en otra carta: "Tu silencio me da pena e inquietud. Vivir tan lejos una de la otra es una prueba muy dura, cuando una envejece (...) Tú me haces falta y yo creo además que es poco el tiempo que tengo para darte".