Un auto sin patente, marca BMW y descapotable, está estacionado en una de las calles de adoquines del pueblo de Challapata, en Bolivia. El vehículo, lleno de polvo, llama la atención de los vecinos de la zona, donde predominan bajas construcciones de adobe, las que pintadas de distintos colores intentan esconder el árido paisaje.
Para ser dueño del BMW se necesitan 9.000 mil dólares (cerca de $ 4,5 millones), aunque en Challapata el precio de los autos indocumentados es siempre conversable. En el poblado, perteneciente al departamento de Oruro, las vagonetas y las camioneta 4x4 sin papeles se ven circulando continuamente. La mayoría proviene de Iquique, hasta donde llegan los chuteros -denominados así por vender autos chutos o truchos- y consiguen comprar vehículos robados por precios que van desde el millón y medio de pesos hasta los $ 4 millones.
En Chile, según cifras de Carabineros, el año pasado hubo más de 29 mil denuncias por robo de autos. No es todo: el primer trimestre del 2011 la cantidad de sustracciones en el sector oriente aumentó en un 35,2%, en comparación con la misma fecha del 2010.
En Iquique, en tanto, los robos llegan a 360, y en esa ciudad actualmente se investiga a tres bandas.
Salida de vehículos
La manera de sacar los autos del país es por pasos fronterizos no habilitados. De noche y sin luces los delincuentes atraviesan el Salar de Huasco, Uyuni o Coipasa para llegar hasta algunos de los pueblos bolivianos cercanos a la frontera con Chile, como Challapata, Uncia o Sabaya.
Si los chuteros ven cerca un control policial, abandonan el vehículo, previo corte de los cables, para impedir que el decomiso se lleve a cabo.
Según la presidenta del Control Operativo Aduanero boliviano, Marlen Ardaya, este año se han incautado cerca de 300 autos y han quedado detenidas 35 personas.
"Los operativos son esporádicos y normalmente los hacemos con las patrullas móviles que hay en el camino", dijo Ardaya, quien señaló que "las vagonetas" son las favoritas por los ladrones.
La autoridad explica que han visto un aumento de los robos durante el mes de abril.
Una de las posibles explicaciones a este hecho tiene relación con que hace algunas semanas la bancada oficialista de la Asamblea Legislativa boliviana presentó un proyecto de ley que busca regular y sanear los autos indocumentados.
El documento señala que una vez convertido en ley, los propietarios de autos sin patente tendrán 15 días hábiles para regularizar su situación y "deberán registrar estos bienes ante la Administración Aduanera".
Luego de aquello, y previo pago de tributos aduaneros aplicables a la importación del vehículo y una multa del 50% del mismo tributo, el auto quedaría saneado.
Según cifras extraoficiales, actualmente en Bolivia hay siete mil autos en esta situación. La mayoría de éstos se pueden encontrar en los pueblos cercanos al altiplano, donde el control es casi imposible, "ni siquiera con el Ejército hemos podido ingresar con suerte", dijo Ardaya.
Mientras, en las tradicionales ferias agropecuarias de Challapata, cada vez hay más oferta de vehículos.