En los últimos años, China ha entrado con fuerza al mercado del arte: por tercer año consecutivo ha dominado las subastas, sumando más de cinco mil millones de dólares de ventas en 2012, hecho por el que la casa Christie's anunció hace unos meses la apertura de su primera sede en Shanghai.

Sin embargo, aunque el gigante asiático puja por convertirse en el nuevo polo económico del arte mundial, en materia política y valórica el gobierno sigue mostrándose sensible a ciertos temas. El hecho quedó demostrado el fin de semana, cuando el gobierno chino decidió excluir una serie de coloridos retratos del líder comunista Mao Zedong de la muestra 15 minutos eternos, que reúne más de 300 obras de Andy Warhol y que se abrió el domingo en el Museo de Arte Contemporáneo de Shanghai.

Realizadas por el artista pop en 1972, tras la visita del Presidente Richard Nixon a China, las obras pertenecen a la colección del Museo Andy Warhol en Pittsburgh, artífice de la exposición que estuvo completa en Singapur y Hong Kong, y que luego de Shanghai se dirigirá a Beijing y a Tokio. "Hemos trabajado con curadores de ambas instituciones chinas y había preocupación por traer estos cuadros. Queríamos presentar la obra de Warhol en China, pero si estos cuadros son un problema, preferimos no exhibirlos", dijo el director del museo estadounidense, Eric Shiner, quien aseguró que la decisión de retirar de la selección las obras de Mao fue mutua.

La legislación china dice que toda importación de obras, de artistas locales o extranjeros, deben estar visadas por el Ministerio de Cultura. Así, en 2010, el gobierno impidió el ingreso desde Indonesia de pinturas del artista chino Yang Shaobin, que mostraban a niños con heridas, por considerarlas "demasiado violentas". Mientras, en 2011 se canceló la muestra de Yue Lyuping que reflexionaba sobra la relación entre arte e internet con frases como "madres de Tiananmen" o "las revoluciones de jazmín", que fueron descritas como "sensibles al régimen". Otro que ha vivido la censura es el mediático disidente chino Ai Weiwei, quien tiene prohibido exponer en su país, al mismo tiempo que protagoniza retrospectivas en EE.UU., Francia y España.

En tanto, hace unas semanas fue noticia la censura que sufrió la película Django, sin cadenas, de Quentin Tarantino, debido a un desnudo frontal que luego fue retirado del filme para ser estrenado sin problemas.

Iconos de su carrera, los retratos de Mao comparten fama con los que Warhol hizo de Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor. En los 80, el artista, que también inmortalizó las sopas Campbell, visitó China y se deslumbró por cómo se rendía culto a la figura de Mao: su rostro se multiplicaba en afiches y estatuas. "Es decepcionante que se haya prohibido esta serie, porque la imagen de Mao es muy habitual en el arte contemporáneo chino", dijo el director del Museo Warhol en Pittsburg, Eric Shiner.