Por dos años (1941-1942), Rudolf Schneider formó parte de la fuerza de elite de protección del mariscal nazi Erwin Rommel. El hombre, que hoy tiene 86 años, se desempeñó como chofer del llamado "Zorro del Desierto" y por primera vez habló sobre sus experiencias junto a uno de los militares más destacados del siglo XX.
Schneider fue hallado por el ex soldado británico e historiador Robert Lyman, quien acaba de publicar el libro "The Longest Siege" donde hace una reconstrucción de las principales batallas en el norte de Africa, comandadas por Rommel.
El ex chofer dijo al diario británico The Independent que el mariscal era "un soldado alemán muy correcto. El comía con nosotros y quería estar cerca de la línea de combate". Schneider también contó que "íbamos muy dentro del desierto a explorar. Una vez nos encontramos con 14 soldados alemanes que parecían dormidos. Cuando nos acercamos vimos que habían sido degollados. Cerca hallamos una kukri, el cuchillo de los gurkas (mercenarios al servicio de las FF.AA. británicas). Todavía tengo el cuchillo".
El ex chofer reveló que los soldados alemanes sentían una gran admiración por Rommel. Según contó, a pesar de que el mariscal tenía una relación cercana con el alto comando nazi, a Rommel no le gustaban los signos del nazismo. Así, cuando llegaba un fotógrafo a tomar imágenes de la unidad, él ponía las banderas con la esvástica en los vehículos. Sin embargo, apenas el fotógrafo se iba, el mariscal ordenaba sacar las banderas. "A él no le gustaba la insignia nazi y se la sacaba. El decía 'yo soy un soldado alemán", dijo Schneider.
El ex chofer también contó cómo en 1941, un grupo de militares comandado por Rommel y una unidad de soldados británicos se encontraron casualmente al interior del desierto de Libia. En vez de enfrentarse, ambos bandos compartieron cigarrillos antes de seguir sus caminos. Schneider explicó que eso fue una muestra de que "no olvidábamos que estábamos luchando contra seres humanos".
El ex chofer relató, además, que en una ocasión fue testigo de una disputa entre el mariscal y un comandante italiano, "ya que él estaba ansioso por atacar rápido, aprovechar su ventaja. Eso era algo muy típico de Rommel".
En 1942, las tropas del mariscal fueron derrotadas en la batalla de El Alamein, en Egipto. Al año siguiente, fueron capturados varios soldados alemanes, entre ellos Schneider, quien pasó seis años en campos de prisioneros antes de volver a su hogar. Allí vivió en la ex Alemania Oriental y se casó con su novia, quien lo esperó durante más de ocho años.