1Pasado guerrillero
El expediente elaborado por la justicia militar la llamaba la "Juana de Arco de la subversión", mientras que sus compañeros de armas la conocían con los pseudónimos de Luiza, Wanda y Estela. De toda su biografía, el período que más marcó a Dilma Rousseff fue su pasado en la guerrilla urbana brasileña. La sucesora de Lula, hija de un abogado comunista búlgaro, cambió su vida de joven de familia tradicional en Belo Horizonte, para transformarse en una activa opositora al régimen militar que gobernó Brasil. Ello, hasta que en 1970 fue detenida, torturada y encarcelada hasta fines de 1972, acusada de subversión y delitos como la planificación de asaltos a bancos y secuestros. Hace algunos días, Rousseff aseguró que no guarda rencor contra los militares.
2Jefa de gabinete
A fines de 2002, poco antes de asumir la Presidencia, Lula se encontró con Rousseff en un acto en Porto Alegre. Lula había escuchado muy buenos comentarios de la entonces secretaria de Energía de Río Grande do Sul. "Usted se va conmigo a Brasilia", le dijo. "¿Yo? ¿Por qué?", respondió Dilma. "Porque no quiero apagones en mi gobierno", le señaló Lula, quien convirtió a Rousseff en ministra de Minas y Energía y, años más tarde, en jefa de gabinete. En esos cargos se ganó la fama de funcionaria eficiente, y por su carácter fuerte la apodaron la "dama de hierro". La prensa brasileña sostiene que en más de una ocasión, les sacó lágrimas a sus colaboradores por su particular estilo.
3 Candidata desconocida
Pese a que ocupó el ministerio de la Casa Civil (jefa de gabinete) entre 2005 y 2010, hasta hace un año la nueva mandataria era casi una desconocida para la gran mayoría de los brasileños. Lula eligió a dedo a su sucesora, a quien le costó despegar en las encuestas. Tras superar un cáncer linfático detectado en 2009, Dilma no sólo se cambió el peinado y renovó su clóset, sino que debió trabajar duro para sacarse la imagen de fría e intelectual. Así, se presentó como la continuadora de Lula, pero también como símbolo de compromiso de conducta y lucha contra la corrupción. Si bien el Presidente logró traspasarle su alta popularidad (de más 80%), Dilma tuvo que disputar una segunda vuelta.
4 La sombra de Lula
Luiz Inácio Lula da Silva fue el principal activo de Dilma, pero a partir de hoy será su principal problema. "Lula tiene 83% de popularidad. Es muy vanidoso; le gusta hablar y aparecer. El puede hacerle sombra a Dilma si continua hablando a diario, sobre todos los temas", afirmó a La Tercera Eliane Cantanhêde, columnista de Folha de Sao Paulo. De hecho, no está del todo claro en qué invertirá su tiempo el ahora ex Presidente. También la jefa de Estado deberá lidiar con su falta de carisma. Así, las comparaciones con Lula serán constantes, aunque Rousseff podría convertir su actitud más comedida en su mayor fortaleza. Pero no sólo Lula estará "presente", ya que sus principales colaboradores no dejarán el gobierno.
5 Economía y hombre clave
Rousseff no sólo deberá mantener la armonía en una variopinta coalición de 11 partidos políticos, sino que tiene el desafío de ampliar el crecimiento de la economía. Pese a los logros económicos de Lula (durante su gestión, 30 millones de personas pasaron a la clase media), Dilma tendrá que poner freno a la inflación (5,2%). Según los analistas, la Presidenta apostará por la austeridad y ya ha anticipado que habrá un recorte del gasto público. Como hombre clave figura Antonio Palocci, ex titular de Hacienda, que ahora será jefe de gabinete.