Señor director:
Me llama la atención el caso de la enfermera del Hospital Luis Calvo Mackenna que logró "domar" el carácter violento y al mismo tiempo retraído de Cristóbal, el niño-delincuente de 10 años más conocido como "Cisarro", quien fue internado en la Unidad de Psiquiatría de dicho recinto asistencial por sus problemas sicológicos y de abuso de drogas. Ella definió su técnica para ganarse la confianza del niño y que éste accediera a tomarse los medicamentos para controlar su agresividad como "cariñoterapia". Es tan sólo un primer paso, pero digno de imitar, y yo diría que este es un buen ejemplo de lo que se puede lograr con la humanización de la salud: formando profesionales y técnicos que entiendan que, más allá de lo meramente científico, el buen trato del paciente sí puede hacer la diferencia.
Doctor Fernando Espina
Director Escuela de Salud Aiep







