De noche, el Galpón Víctor Jara es el epicentro de la bohemia en el barrio Brasil. En su escenario suena desde la cumbia de Chico Trujillo, el hip hop de Legua York, la cueca de 3x7 Veintiuna -el grupo del actor Daniel Muñoz- y los más diversos grupos de rock y punk. Pero a los vecinos les molesta el constante ruido y las riñas callejeras que se desatan afuera.

Para ellos ya se ha vuelto casi una tradición ver en las noches peleas en la calle y jóvenes ingiriendo alcohol. La situación se acrecienta los fines de semana, y las mañanas de domingo el panorama es más desalentador: bancas rotas, botellas en el suelo, basura y grafitis en las paredes.

La última se vivió el pasado 24 de octubre, cuando jóvenes que participaron en una jornada en apoyo a los imputados por el "caso bombas" fueron detenidos por desórdenes y cuatro carabineros resultaran lesionados.

Eso motivó a que el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, decidiera clausurarlo ayer, argumentando que la dirección del recinto no había cumplido con las normas que la Dirección de Obras les había exigido el año pasado.

Entre ellas, afirma el edil, se encuentran cambios en la infraestructura -como la implementación de aislantes acústicos, de fuego- y una mayor presencia de seguridad ciudadana.

No es todo. El municipio había otorgado un plazo de 90 días para que el galpón cambiara la patente de "peña folclórica" por una de cabaret y, así, pudieran realizar eventos masivos. "Pero nada de eso se ha hecho y hemos comprobado que se siguen realizando eventos".

Christopher Martinich vive hace nueve años frente a la plaza y, según cuenta, el problema radica en que la administración "le arrienda a cualquier persona el galpón, total ellos cierran sus portones y no les importa lo que pasa afuera".

Sara Ahumada, presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Ana, dice que en una ocasión conversó con la administración del galpón, pero "ellos tienen una óptica distinta, y no se responsabilizan de lo que ocurre afuera". Dice que el local "le ha traído muchos problemas al sector y es el reclamo más grande que hemos tenido". Para ella, la solución definitiva es que "el galpón se cambie de ubicación".

Similar postura tiene su par de la Junta de Vecinos Barrio Brasil, Patricia Pardo, quien reconoce que "están cansados" de pedir que se norme el funcionamiento. "Creemos que es una lucha que no se va a acabar", asegura.

Pese a ello, hay otros vecinos que dicen que son "hechos puntuales", y que el lugar es necesario para que los jóvenes puedan expresarse. Una de ellas es Verónica Rebeco, quien asegura que en el lugar "hay muchos conciertos buenos, hay clases de cueca brava. El problema es cuando hay eventos masivos". En la Fundación Víctor Jara informan haber pedido una reunión con el edil, debido a que "no cuenta con todos los antecedentes", y que el año pasado realizaron parte de los procedimientos solicitados".