Para algunos, es sólo el recipiente que irá a parar a algún basurero o depósito de reciclaje. Sin embargo, para quienes practican la breweriana -llamado así al coleccionismo de objetos relacionados con la venta y publicidad de cerveza- hay algo más allá de la bebida que merece ser conservado y, este sábado, en el bar Barbudo de Plaza Ñuñoa, se expondrá un acervo de botellas, etiquetas, latas y posavasos en un Encuentro Nacional de Coleccionismo Cervecero.
"La idea es que nos juntemos los coleccionistas para comprar, vender e intercambiar con el público que asista y compartir información acerca de lo que hacemos", dice el presidente de la Asociación Chilena de Coleccionistas de Cerveza y Afines, fundada en 2006, Alvaro Morales.
El evento se llevará a cabo de 12.30 a 17.30 horas y reunirá a una veintena de expositores de Santiago y regiones. Uno de ellos es el vicepresidente de la Acca, Patricio Muñoz, que se especializa en etiquetas de marcas de cerveza: tiene 80 mil provenientes de todo el mundo, las que guarda en unos 50 álbumes. Su interés nació de la época en que trabajaba en las fábricas de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) de Independencia y Providencia. Esta última, en los terrenos donde hoy se emplaza la Gran Torre Santiago. "Trabajé en la CCU durante 44 años y ahí me topé por primera vez con una botella antigua, que data de comienzos de siglo XX", dice. Entre las etiquetas que posee están las africanas y asiáticas, además de todas las etiquetas -desde la primera a la última- de la marca Cristal. Muchas de las extranjeras las consigue a través de amigos coleccionistas por el mundo, con los que se intercambia vía correo postal. "Ahora, con la llegada de la cerveza artesanal el panorama ha cambiado; ahora hay un montón de diseños y un nuevo campo por cubrir", agrega.
Por otro lado, está Miguel Angel Gimeno, que se inició en los años 80 y ha viajado 14 veces a Buenos Aires y en más de una ocasión a distintos rincones de Latinoamérica, para asistir a las convenciones. "El que alguna vez colecciona algo es porque lo lleva dentro, no importa qué: yo empecé con monedas, revistas de Superman y Archi y autitos Matchbox. Pero coleccionar no es sólo juntar cosas: a través de una lata o etiqueta de cerveza se conoce parte de la historia", agrega. Tiene unas 5 mil latas de cerveza, además de un millar de vasos, llaveros y lápices. Entre sus adquisiciones favoritas están un par de ceniceros de cerámica de la antigua Cervecerías Unidas de Lota y un copón de cerveza Guiness de la época anterior a Fidel Castro, cuando la bebida irlandesa llegaba a la isla. "Tiene escrito 'Cabeza de perro' en él, porque anteriormente la marca tenía ese animal y no un arpa", cuenta.
"La mayoría de los objetos chilenos de colección se fueron a Europa y tratamos de repatriar y adquirir los más valiosas. Muchas cervecerías desaparecieron o fueron compradas. ", finaliza Morales, quien en su blog -llamado Beerchela-escribe la historia detrás sus adquisiciones.