Señor director:

En respuesta a Pilar Besoaín, es relevante aclarar que de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) el derecho a la educación se aplica a todas las escuelas del país y exige que todos los niños tengan acceso y se sientan seguros en ellas.

Es preocupante que algunas escuelas no cultiven espacios seguros para todos sus estudiantes y el enfoque educativo no sea desde los derechos humanos. El Colegio Pumahue no puede discriminar a sus estudiantes.

Los padres que acuden a nuestra fundación pidiendo ayuda por la discriminación que sus hijos sufren en la escuela no exigen que se cambie el proyecto educativo, sólo que dicho proyecto los incluya. Como señaló la directora del colegio Pumahue, los últimos años el colegio se ha adecuado a nuevas realidades. Hoy sabemos que hay miles de niños y niñas transexuales. ¿Qué debemos hacer con ellos? ¿Impedir su acceso a la educación?

Preocupa que en su carta se refiera a la violencia de exigir un cambio en el proyecto educativo. Si hay violencia proviene de los argumentos usados por ella y por la directora del colegio. Ambas parecen olvidar los derechos de la CDN y hacen lo que tradicionalmente se hace en situaciones similares: culpan a la niña por ser quien es y a los papás por exigir un cambio.

Mientras hay numerosos casos como éste, donde se ven los miedos de adultos basados en la falta de información, también vemos muchos casos en que niños LGBT transforman espacios educacionales a través de sus historias convirtiéndolos en espacios seguros donde todos pueden expresarse, recibiendo una educación de calidad y respeto.

No hay violencia contra el colegio.  Este es un caso de buenos papás que aman a su hija y exigen que sea protegida y tratada como un sujeto de derecho.

Júlio Cezar Dantas

Presidente Fundación Todo Mejora