Muchos la conocen como "la manzana de los jesuitas". En la cuadra que forman las calles Alonso de Ovalle, Lord Cochrane, Vidaurre y San Ignacio, la Compañía de Jesús tiene algunas de sus instituciones más importantes: el colegio San Ignacio, la iglesia del mismo nombre y el claustro de los padres de la congregación.
Pero pocos conocen algunos de los particulares tesoros que hay en esas instalaciones, como una fuente de agua en la que nadan peces de colores y un antiguo salón de actos, donde el actor Héctor Noguera, ex alumno del San Ignacio, dio sus primeros pasos teatrales.
La manzana luce igual desde 1946, año en que se construyó el recinto más moderno del colegio. Ahora se alista para su mayor intervención en 66 años, ya que en la esquina de Vidaurre con San Ignacio se construirá un centro cultural.
Se trata de una obra que forma parte del plan maestro del establecimiento y con la que busca abrirse al barrio Dieciocho. Según el rector, Alejandro Longueira, este espacio será utilizado para las actividades artísticas de los alumnos, pero también será abierto al público.
"Tenemos mucho que transmitir en el ámbito cultural y creo que podemos darle más vida al barrio. Será la nueva cara de esta manzana", asegura el sacerdote.
Un edificio sobrio
En la esquina donde se construirá el centro cultural, actualmente funciona una biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado y un comedor de los sacerdotes. Ambos recintos serán trasladados para levantar este nuevo espacio de cuatro pisos y 5.000 m2 .
La construcción mantendrá el estilo arquitectónico de los otros edificios de la cuadra. "La idea es que no rompa con la armonía que tienen la iglesia y el salón de actos", precisa el padre Longueira.
"De cierta forma reflejará los valores de la Compañía de Jesús y por eso será de un estilo sobrio y neutro, que no competirá con las demás construcciones de la manzana", agrega el arquitecto a cargo del proyecto, Raúl Irarrázabal.
Este centro cultural contará con un auditorio, centro de extensión, talleres de arte, salas de ensayo de música y una cafetería. Ahí, por ejemplo, se realizarán las clases de música del colegio y los conciertos doctos que se hacen con frecuencia en la iglesia. "Está pensado como un espacio para irradiar cultura", explica el rector.
En su piso superior, el edificio tendrá una terraza con vegetación, en la que se podrán montar eventos, como una exposición. En las plantas subterráneas se construirá una piscina temperada y estacionamientos.
El gran salón
Hace dos semanas, la comunidad del colegio San Ignacio se reunió para reinaugurar uno de los espacios más preciados del recinto, el Salón de Actos. Este imponente espacio de estilo clásico fue construido en 1889 y ha sido utilizado como teatro y cine y escenario de las ceremonias más solemnes del establecimiento. El terremoto de 2010 lo dejó dañado y hubo que reforzar su estructura y restaurar su decoración. Fue renovado el mobiliario, la iluminación y la acústica. La idea de los padres es aprovechar su potencial y arrendarlo para eventos privados.
"En enero del año 2011 se montó ahí una obra del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil y me lo han pedido bastante para hacer matrimonios", cuenta el rector.
Para entrar a este lujoso salón hay que atravesar el colegio o el claustro, pero cuando se abra el centro cultural tendrá un acceso independiente. De hecho, el primer piso será una especie de patio abierto que conectará la calle con el foyer de este salón.
El proyecto se encuentra en etapa de diseño y se comenzará a construir dentro de dos años. Mientras, las autoridades del colegio buscan los recursos privados para financiarlo.