"Todos los alcances efectuados por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) respecto de las obligaciones que tienen las bolsas de cumplir con las leyes de valores, la integridad de sus operaciones, los procedimientos, tipos de auditorías que hacen e inversiones en tecnología para expandir mercado están contenidos en un oficio enviado en (febrero) 2013 a la Fiscalía Nacional Económica". Esa fue la respuesta del superintendente Fernando Coloma al consultarle su parecer sobre el informe que le envió la Bolsa Electrónica, en el que el economista Alexander Galetovic concluye que la negativa de la Bolsa de Comercio a la interconexión es una acción exclusoria y anticompetitiva. Esto, en el marco de la investigación por supuesto abuso de posición dominante de la Bolsa de Comercio que realiza la FNE.
Galetovic plantea que la solución a la actual fragmentación del mercado bursátil -que favorece a la Bolsa más grande- es la interconexión, ya que permite la realización de operaciones interbolsas automáticas, vinculantes y sin peajes u otras restricciones, pero con presiones competitivas y, por ende, mayor liquidez y menores costos. Mientras que una fusión crearía un monopolio.
Requerido sobre afirmaciones del economista en cuanto a que la SVS no habría usado sus atribuciones para forzar la integración, Coloma dijo: "Revela cierto desconocimiento de cómo opera (el mercado de valores). Nosotros somos absolutamente partidarios de la competencia; lo que pasa es que cómo resolverlo en este caso en particular no es un tema tan simple. No es una cosa de decir que se interconecten inmediatamente y que sea todo vinculante, porque hay una serie de elementos y riesgos que uno está asumiendo en el sistema". Para ilustrar, dijo que "hay bolsas donde los montos transados pueden ser indivisibles y en otras son divisibles. Y pasa que no se pueden calzar porque son sistemas diseñados de manera distinta".
Explicó que si bien la ley establece que el mercado secundario es uno, la SVS emitió la Norma 253, derivada de una resolución de la Comisión Resolutiva en 2002, según la que las bolsas deben instruir a sus corredores para que ejecuten las operaciones en el mejor interés de sus inversionistas y estableció la necesidad de un convenio de interconexión. Para dar cumplimiento a lo instruido por la CR se firmó un convenio, entendiendo que no podía ser vinculante.
El regulador enfatizó que "no se puede conculcar la libertad de cada inversionista para escoger en qué Bolsa cierra sus operaciones".