A esa conclusión llegaron los investigadores de la U. de Saint Andrews, Escocia, tras examinar la variación que se produce en la coloración de la piel de varios voluntarios a quienes se les cambiaba la cantidad de fruta y verdura de su dieta. Los resultados mostraron que con cinco porciones diarias en seis semanas se obtenía un color de piel más atractivo. ¿La razón? El pigmento vegetal carotenoides que vuelve la piel más dorada y de aspecto más sano.