Después de más de seis años de análisis, esta semana se hará efectiva la incorporación de la vacuna contra el Virus Papiloma Humano (VPH) al Plan Nacional de Inmunización, iniciándose la vacunación para todas las niñas de cuarto básico de todos los colegios del país y sin importar si son beneficiarias de Fonasa o isapres. El programa de inmunización ya se adelantó en algunas comunas, como Hualpén, que comenzó la vacunación el lunes pasado.
El virus es el principal responsable del cáncer cervicouterino y se calcula que 600 chilenas mueren cada año por esta causa. Además, es el responsable de verrugas genitales y condilomas en hombres y mujeres.
La presidenta del Comité Asesor en Vacunas para el Ministerio de Salud (Cavei) y académica de la U. de los Andes, María Teresa Valenzuela, confirmó el inicio del proceso, que beneficiará a unas 125 mil menores de todo el país. "Se hará en esquema de dos dosis, una este año y la otra cuando las menores estén en quinto básico, es decir, el próximo año". Cada año se sumarán, además, todas las niñas que estén cursando cuarto básico.
Existen muchas cepas o serotipos de VPH, pero cuatro son los más comunes y agresivos. La vacuna que finalmente eligió el Minsal fue Gardasil (MSD), que ofrece protección contra el genotipo 16 y 18, que están relacionados con cáncer, y el 6 y 11 que están asociados a verrugas genitales y condilomas.
Valenzuela dice que la vacuna es eficaz y segura y que así lo han demostrado los estudios. "Lo importante es que los padres entiendan que están protegiendo a sus hijas para que en el futuro no tengan cáncer cervicouterino ni otras lesiones que genera el virus", señala.
Estados Unidos fue uno de los primeros países que en 2006 comenzó a vacunar a las mujeres entre 14 y 19 años y los estudios demostraron que se logró reducir la infección de VPH en 56%. Australia inició su plan un año más tarde y ya evidenció una reducción del 59% de incidencia de verrugas genitales en menores de 26 años. Para medir la reducción de cáncer se requiere más tiempo, porque desde que el virus ingresa al cuerpo pasan 10 o 15 años antes de que se produzca una lesión cancerosa y unos cinco más para que sea cáncer.
Junto al Ministerio de Educación, el Minsal elaboró una serie de materiales para que alumnas, profesores, padres y apoderados comprendan los alcances e importancia de esta vacunación, y han capacitado a todos los que participarán del proceso. El material destaca que por su alto precio la vacuna sólo estuvo disponible en el sistema privado, donde podía ser adquirida por grupos sociales de altos ingresos, pero ahora, se garantiza la equidad de acceso con esta política pública.
Omar Nazzal, director de la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia (Sochog), destaca que esta inmunización "es un hecho histórico". "Hoy existe la posibilidad de evitar un tipo de cáncer mediante la protección contra una enfermedad infecciosa. Racionalmente, los padres no pueden negar la protección a sus hijas contra una enfermedad que puede ser fatal", señala. Nazzal también adelanta que "en 20 años más vamos a estar protegidos contra el 70% de los cánceres cervicouterinos."
Vacunación propia
El año pasado, 1.600 niñas de entre 10 y 12 años fueron vacunadas contra VPH en la comuna de Huechuraba. Según el alcalde, Carlos Cuadrado, cada dosis de la vacuna puede costar 70 mil o 90 mil pesos, y en su comuna hay familias que ganan 250 mil pesos y tienen varias hijas, por lo que la decisión que tomaron fue basada en un criterio de justicia social. Hace un año, dice, su municipio hizo lo que recién el Estado está haciendo ahora.
Antes de iniciar el proceso, las autoridades comunales se reunieron con los papás de las menores para explicarles cuáles eran los fundamentos de la decisión y en qué consistía, además, niñas y adultos debieron firmar una autorización. Si alguien se oponía, esa niña no se vacunaba. "Pasó que algunas niñas querían y sus papás se negaban y ellas mismas hablaron con ellos para obtener la autorización. Finalmente, se generó un espacio de educación sexual que ayudó a la creación de confianzas internas en las familias y en los colegios", recalca.
En los próximos días, la comuna iniciará la vacunación con la segunda dosis.
De la misma opinión es Nazzal. Según él, tras la incorporación de las vacunas como política de salud a nivel mundial, se ha demostrado que sí es una instancia para hacer educación sexual, porque padres y niños pierden el temor y la conversación se libera. Al interior de la sala de clases también se crean momentos de diálogo con los niños.
Edad precoz
Roberto Yazigi, ginecólogo oncológico de Clínica Las Condes, también está de acuerdo con la incorporación de la vacuna al plan de inmunización, pero no con la edad de aplicación. "Vacunar a los nueve años es demasiado precoz. La eficacia de la vacuna es máxima cuando se usa antes del inicio de la actividad sexual, promedio de edad que en Chile es de 16 a 17 años, pero debe contemplarse un margen de seguridad para cubrir al máximo de mujeres. Me parece más racional focalizarla alrededor de los 12 años, tal como lo ha recomendado el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (EE.UU.)", dice.
En este centro de salud, sólo este año han aumentado en 50% la aplicación de vacunas en forma particular contra el VPH, mayoritariamente en adolescentes.
Para Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, los nueve años son una buena edad de corte, porque no hay que olvidar que hay niñas que a los 11 años ya han iniciado su vida sexual.
Es más, también le hubiera gustado que la vacuna se aplicara a varones, porque de esa manera ellos también dejarían de ser portadores del virus. Por lo mismo, recomendó que los padres de las niñas que no están dentro del grupo beneficiario definido por la autoridad de salud y puedan hacer la inversión, lo hagan. Incluso con las jóvenes y adolescentes que ya han iniciado su vida sexual y no han tenido más de dos parejas.