En 1998, Sebastián Garretón pensó que lo perdía todo. A principios de la década, el pintor había llegado a integrar el Taller San Ignacio, una vieja y gran casa a pasos de la Alameda, que albergaba a artistas, diseñadores y arquitectos. Hasta que un incendio arrasó con todas las obras. "Quedamos así, con las manos vacías. Fue difícil volver a empezar", recuerda Garretón. Pero lo hizo: con un grupo de artistas se mudaron a la calle Livingston, donde formaron un nuevo taller. Claro que no fue lo mismo. Vivió un tiempo en la Quinta Región y, al regreso, en 2003, Garretón era consumido por una crisis creativa que lo hizo alejarse de los paisajes sureños que habían caracterizado su obra. Fue entonces que llegó al Taller Bellavista.

Allí, el pintor recobró el sentido de su obra y las ganas de conectarse con el público. El 21 de octubre, junto a otros 11 artistas, Garretón abrirá las puertas de su taller para convertirlo en una nueva galería de exposición. Sala 011 (Carlos Walker 011) reunirá exposiciones de artistas como Daniela Müller, Rodrigo Zamora, Susana Cox, Francisca Illanes y Boris Parra, entre otros. "La idea es conectarnos con la gente, que visiten nuestros talleres y conversemos. Creo que es una nueva y buena forma de darse a conocer", comenta el artista.

Egresado en 1989 de la Escuela de Artes de la U. Católica, Garretón tiene como principales mentores a Gonzalo Cienfuegos y Pedro Millar. Su obra, de mirada inocente y trazos limpios, evoca los paisajes de la geografía nacional, "Me alimento de los recuerdos, los lugares y personas que conocí. Tengo pocos referentes, todo proviene de mí", dice Garretón.

La sala que lidera el pintor se abrirá con una venta de taller que durará cuatro días (del 21 al 25 de octubre), y donde se mostrarán obras de pequeño formato de cada artista, que irán desde los $ 80.000 a los $ 350.000, aproximadamente. Destaca la obra de Rodrigo Zamora, quien construye paisajes a partir de pequeños cuadrados pintados en acuarela sobre papel. Su método es tomar fotografías que luego cuadricula y reproduce en fragmentos y de forma desordenada, lo que hace que la pintura tenga distintos tonos de color. "Más que el resultado, me interesa cuestionar los procedimientos tradicionales de la pintura y trabajar sobre la memoria", explica el pintor que ha expuesto en Galería Animal, Florencia Loewenthal y que, junto a Garretón, fue incluido en el libro Revisión técnica (2010), de Jorge González.

En tanto, Daniela Müller trabaja en acrílico y esmalte obras de fuertes referencias gráficas. Boris Parra realiza pinturas abstractas inpiradas en la imagen del horizonte. Singular resulta el trabajo de la escultora María Luisa González, quien se ha dedicado a la orfebrería y que presentará varias joyas hechas en oro y plata.