Camila Guillén estaba en cuarto medio en el colegio Cumbres. Quería estudiar algo relacionado con Biología, aunque todos le decían que parecía sicóloga, por la forma en que escuchaba a sus amigas. Pero ella no creía tener aptitudes. Por una amiga llegó a una consultora o head hunter que recluta ejecutivos para empresas. Luego de una sesión en la que hablaron de sus habilidades, aspiraciones e historia familiar, Camila miró con otros ojos la carrera de la que tanto le habían hablado. Cuando conoció a fondo el mercado laboral en el que se desarrollan estos profesionales, terminó por decidirse. Hoy está feliz estudiando Psicología en la UC. "Era primera vez que tenía una conversación centrada en mí y en lo que quería hacer con mi vida", dice.
Como ella, en los últimos años llegaron a la oficina de Optima Consultores una treintena de jóvenes, buscando orientación vocacional. Eran estudiantes de tercero y cuarto medio, que querían que alguien les dijera cuáles eran sus fortalezas y debilidades, con qué profesión calzaban mejor y cuál es el mercado laboral de cada carrera. "No conocen lo suficiente sus aptitudes. Saben que les gusta matemáticas, pero no saben qué hacer con eso" dice Paz Vial, sicóloga y socia de Optima Consultores.
Ante este nicho, en la empresa decidieron institucionalizar el trabajo. Ahora ofrecen dos sesiones de orientación de una hora cada una, con un costo de cien mil pesos. Se trata de una necesidad que está recién aflorando. Paola Castillo, directora de Recursos Humanos de CapGlobal, señala que ellos también han realizado este trabajo, aunque en la forma de talleres.
Los escolares que llegan a las consultoras no están contentos con la orientación de sus colegios, ya que la consideran impersonal. A ello se suma que, en muchas ocasiones, los jóvenes no conocen el mercado laboral o sólo se limitan a estudiar la malla curricular de la carrera. También sucede que tienen información sobre la oferta de las universidades, pero no saben si podrán cumplir con las exigencias de la educación superior. Todos necesitan confianza y es precisamente lo que estas consultoras les ofrecen a través de información detallada del mercado laboral y cómo enfrentar sus debilidades y fortalezas.
El coaching
A través de los elementos de coaching y de diagnóstico de habilidades que se utilizan en el mundo del trabajo, en Optima Consultores indagan en los miedos, intereses y habilidades de los adolescentes. En la primera sesión se hace un diagnóstico, se conoce al estudiante en todos los ámbitos posibles y se van a casa con una tarea. Por ejemplo, si les gusta la arquitectura, deben conocer cómo vive y se desenvuelve un arquitecto. En la segunda sesión, se les aplica una batería de pruebas, como por ejemplo, test de competencias laborales, para saber qué tanto liderazgo, manejo de trabajo en equipo y nivel de frustración ante el fracaso tienen. Al finalizar reciben un informe completo, con sugerencias de mejora en sus ámbitos débiles. Si desean ayuda para su plan de mejoramiento, la consultora les presta el servicio de coaching, estrategia en la que las personas son apoyadas por un profesional que las ayuda a descubrir sus potencialidades. En este caso los jóvenes trabajan de tres a seis meses y va decidiendo qué hacer y qué ser al salir del colegio.
También hay otros profesionales ofreciendo un servicio de coaching adaptado a las necesidades de los escolares. Es lo que hacen dos empresas de Concepción, Mentory y el Centro Educacional Coaching. Ambas enseñan a los alumnos herramientas para mejorar su rendimiento y su motivación en el colegio. Con test y entrevistas personales los ayudan a tomar decisiones informadas.