"Estoy totalmente en desacuerdo con la resolución. Se me pone una pena máxima y se me quitan mis victorias sin que se haya probado de lo que se me acusa. En la resolución queda claro que no me he dopado".

La defensa de Alberto Contador, un día después de conocer el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por su sigla en francés), que lo suspendió dos años por doping, no se alejó de la regla común en estos casos: sigue alegando inocencia.

Su punto es que el TAS no probó que se dopó intencionalmente, aunque él, por su parte, tampoco logró justificar que fue accidental. Como sea, Contador dijo que no se retirará de la actividad.

"Voy a seguir en el ciclismo. Lo seguiré practicando como siempre, de forma limpia. Esto me va a hacer más fuerte y quiero agradecer enormemente el apoyo de todos", dijo el multicampeón, quien fue recibido con aplausos en una rueda de prensa a la que también asistieron familiares y amigos.

Pero las consecuencias ya se hacen sentir. Pese a que recibió el respaldo de Bjarne Riis, director del equipo Saxo Bank, el contrato que lo unía con el club se terminó. "Ha sido todo un accidente", lo justificó el ex ciclista Riis, cuya hoja de vida tampoco es una oda a la limpieza: en 2007 confesó que se había dopado con eritropoyetina durante cinco años.

Contador recién podrá tener equipo el 6 de agosto, cuando se cumpla el castigo (de efecto retroactivo) aplicado por el TAS.

La sustancia hallada en su sangre durante el Tour de Francia 2010 fue clembuterol, un fármaco descongestionante y broncodilatador.

Durante el juicio, Contador alegó que había sido el consumo de un solomillo (filete) contaminado con el químico -y regalado por un amigo en plena competencia- lo que desató el lío.

Ayer, sin embargo, varió la tesis del "solomillo de Irún" (localidad vasca de donde provenía la carne), para decir que pudo ser un "suplemento alimenticio" el culpable de la muestra alterada.

El cambio de argumentación se entiende desde una perspectiva económica: los ganaderos vascos habían exigido una retractación pública del ciclista, quien está en serios problemas de caja: según cálculos del diario Marca, sufrirá un daño patrimonial superior a los cinco millones de euros (US$ 6,6 millones) debido al castigo.

Contador, por último, no descartó recurrir a la justicia ordinaria para revertir la sentencia.