Una encendida sesión tuvo esta semana el Concejo Municipal de Algarrobo por el futuro que podría tener el parque Canelo-Canelillo, sobre las playas del mismo nombre en el balneario de la V Región. ¿La razón? El área verde y zona típica de 33 hectáreas fue donada al municipio por Carlos Alessandri en los 70, para que fuera un parque público. Sin embargo, desde 2005 el terreno está siendo disputado en tribunales por la inmobiliaria Peñablanca, formada por los herederos de la sucesión Alessandri, quienes pretenden realizar un proyecto que implicaría intervenir el sector con casas, paseos y una ciclovía.

Si bien hasta ahora tanto el Primer Juzgado Civil del Puerto como la Corte de Apelaciones de Valparaíso han reconocido que el parque es un bien nacional de uso público y área verde, el futuro del terreno está a la espera de la resolución que adopte la Corte Suprema, que desde 2009 tramita la causa.

La inmobiliaria demanda que el predio no fue inscrito por el municipio, entonces administrado por Alicia Monckeberg, como exigía el mandato de donación. En la actualidad está en manos del Fisco.

Sólo en 1985, la Dirección de Obras Municipales aplicó sobre el terreno una resolución que lo fija como área verde con restricciones -no totales- para construcciones. Además, fue declarado como zona típica.

En diciembre pasado, la inmobiliaria expuso ante el alcalde de Algarrobo, Jorge Pizarro, una propuesta de desarrollo que contempla la construcción de viviendas, ciclovías, paseos peatonales y promete recursos por alrededor de $ 7.000 millones por concepto de patentes, permisos de construcción y otros ingresos.

El alcalde Pizarro, con la venia de la mitad del Concejo Municipal -tres concejales- y con la aprobación del Consejo de Defensa del Estado (CDE), acordaron solicitar formalmente la suspensión del proceso judicial por 90 días, para que una comisión mixta revise la oferta.

La petición será enviada en los próximos días al CDE y, de ser acogida, dicha instancia analizará las posturas, tanto de la inmobiliaria como de la que patrocina el Centro Social y Cultural El Canelo, orientada al ecoturismo.

Controversia

La medida ha despertado críticas entre quienes ven en el proyecto una eventual privatización del parque.

El concejal José Luis Yáñez dice que "si el caso lleva años en un trámite judicial, esperemos que ahí se defina la propiedad del parque (...). La empresa proyecta intervenir toda el área, ¿qué nos asegura que esto siga siendo público?".

Pizarro afirma a La Tercera que la idea es evaluar el futuro del parque. Por ello, aseguró que revisarán la propuesta ecoturística que pretende crear un Centro de Educación Ambiental. No obstante, precisa que será el CDE el cual definirá si alguna de las propuestas es viable.

El edil señala que, por más de 30 años, "el parque ha estado botado, tiene problemas de delincuencia, de infraestructura (…). Esto podría ser una oportunidad para mejorarlo". Reconoce, sin embargo, que la intervención implicaría edificar en una zona típica, por lo que el "ganador" deberá presentar un plan de manejo, mantener la condición de parque, así como los accesos a la playa.

Marcelo Inostroza, biólogo y uno de los representantes del centro El Canelo, enfatiza que "lo primero es determinar si el Fisco es el dueño o no del parque". Por ello, ven con preocupación la suspensión del proceso judicial. "El alcalde dice que el parque seguirá como tal, pero cuando vimos el proyecto de la inmobiliaria, nos preocupamos", indica Inostroza.

Según precisa, en el lugar existen cerca de 64 especies de aves. Entre ellas, el pingüino de Humboldt, que está en el islote Pájaro Niño y el islote Peñablanca, ambos Santuarios de la Naturaleza. "Son pocos los lugares que quedan con estas características en el litoral central, y menos que sean de carácter público", señala.

Pese a los requerimientos, la inmobiliaria Peñablanca, en tanto, declinó referirse al tema.