En total, eran 399 los estudiantes de ingeniería que el lunes 4 de mayo rendían en una evaluación del curso de Electricidad y Magnetismo, dictado por la Facultad de Física de la Pontificia Universidad Católica. De ellos, 30 eran los estudiantes que participaban del grupo "asado familiar" de WhatsApp y que durante la prueba, fueron sorprendidos pasándose las respuestas vía celular.

Luego que la docente a cargo del examen se percatara y denunciara el hecho, la universidad abrió un sumario para indagar la copia masiva, según lo establece el Reglamento del Alumno de Pregado.

Ayer, el decano de la Facultad de Ingeniería, Juan Carlos de la Llera, explicó que de los 30 alumnos, 18 ya han ido a conversar con él reconociendo la falta.

Según la autoridad universitaria, el domingo envió un comunicado a los involucrados, solicitándoles que voluntariamente aceptaran el hecho. "Les dije que era una vergüenza, que realmente repudiábamos el hecho y que sería castigado", comentó De la Llera.

De acuerdo al decano, quienes se acercaron a la facultad han reconocido la culpabilidad, además de asumir el castigo que podría concretarse cuando concluya la investigación interna, que se prolongaría por dos a tres meses.

"Lo mínimo que pueden recibir sería una amonestación, y lo máximo es la expulsión. Ahora la expulsión creo que sería algo exagerado", detalló De la Llera.

Para los estudiantes de la casa de estudios, lo sucedido es una situación de gravedad. "En todas las universidades se copia, pero estoy en contra de eso, más de una forma tan notoria. Lo mejor que pueden hacer es sancionarlos, porque expulsarlos puede ser demasiado", comentó Ismael Palma, alumnos de la carrera de ingeniería.

Sobre las identidades de los jóvenes, el decano recalcó que "las hemos mantenido en total reserva (...) creo que el castigo será suficiente desde el punto de vista académico".

Al respecto, Felipe Riquelme, también estudiante de Ingeniería, "lo que pasó igual se sabía cómo el martes de la semana pasada, había comentarios en Facebook y Twitter, así que no es tan difícil saber quiénes fueron".

Acerca de la posible defensa de los involucrados, el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Daniel Alvarez, remarcó que "todas las comunicaciones privadas en Chile son inviolables, incluyendo una conversación por WhatsApp. Por lo tanto, si alguien quiere tomar una medida, la forma para acceder a esas comunicaciones es mediante una autorización judicial".