En abril pasado, los gendarmes del penal Punta Peuco allanaron la celda del ex jefe operativo de la Central Nacional de Informaciones (CNI), mayor (R) Alvaro Corbalán (63). Encontraron más de 50 carpetas con información clasificada de la época del régimen militar, documentos de identidad y equipos tecnológicos. El miércoles pasado este episodio se volvió a repetir e incautaron desde su celda un celular y un chip, elementos prohibidos dentro de los recintos penitenciarios.

La reiteración de la falta por parte del militar en retiro, quien cumple cadena perpetua por el homicidio del carpintero Juan Alegría y por los asesinatos cometidos en la Operación Albania, provocó que el gobierno decidiera tomar una determinación inédita, según confirmó Gendarmería: trasladar por primera vez a un preso desde Punta Peuco, donde los reclusos en su mayoría son ex militares condenados por violaciones a los DD.HH., a una cárcel común. Actualmente, el ex jefe de la CNI cumple una cadena perpetua simple por el homicidio de Alegría y 89 años por otros casos.

Así lo informó ayer la ministra de Justicia, Javiera Blanco: "Se han encontrado algunos artículos en posesión del interno Alvaro Corbalán Castilla, producto de esta incautación. La reiteración de esos hechos está contenida en el decreto 518, artículo 28, que nos permite hoy tomar una decisión, que tiene que ver con el agravamiento de las condiciones de seguridad que rodean al interno", lo que se tradujo en el traslado del interno al módulo de máxima seguridad en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). Ahí tendrá condición de reo común.

En esa línea, el director nacional de Gendarmería, coronel Tulio Arce, detalló que esta es la tercera vez que se le incauta un celular con chip. Y por ese hecho, anteriormente ya se habían tomado medidas administrativas como la suspensión de visita.

Blanco agregó que el nuevo hallazgo de objetos prohibidos se dio en el contexto de una serie de allanamientos masivos realizados en los últimos 14 meses. Uno de ellos se registró el miércoles pasado en 50 recintos penitenciarios, incluido Punta Peuco. En estos operativos, dijo la ministra, "hemos podido incautar distintos tipos de artículos como armamentos, armas blancas, celulares y chips".

Traslado

Luego de ser notificado y sin oponer resistencia, ayer cerca de las 10.00 y en completa reserva, un grupo de Traslado de Alto Riesgo (TAR) de Gendarmería derivó a Corbalán al nuevo penal. "El interno (...) ya ha hecho ingreso al CAS, se está realizando los chequeos médicos y estará con vigilancia individual y permanente", señaló Blanco. En ese recinto se encuentran recluidos los condenados por el homicidio del cabo Moyano y de Daniel Zamudio. La nueva pieza del interno es una celda individual en la zona de máxima seguridad y además, se ordenó la suspensión de visitas por los próximos 30 días.

El militar en retiro estará sujeto a un estricto horario. Entre 7.00 y 8.00 desayunará, tendrá dos horas de patio al día. Luego, entre las 11.00 y 12.00 almorzará y a las 17.00 lo volverán a encerrar.

"No hay trato especial"

Un mensaje que ayer la ministra Blanco quiso enfatizar con esta decisión, es que no existe un trato especial para los militares condenados.

"La señal que queremos dar es que Punta Peuco, como cualquier otro recinto, no es un recinto extraordinario, es una cárcel más. Los internos de ahí van a estar sometidos a los mismos regímenes disciplinarios de cualquier reo en nuestro país. Frente a faltas reiteradas y graves, como es el caso de Corbalán, lo que corresponde es endurecer las medidas de vigilancia y disciplina", manifestó. En esta línea, dijo que "vamos a continuar con estos operativos, porque aquí no hay tratamiento especial para nadie". Agregó que los sumarios administrativos están a cargo de un fiscal, que ya fue designado. Otra de las medidas que se tomó de manera transitoria, mientras se termina el sumario, es la suspensión del alcaide y el jefe operativo de Punta Peuco.

Para el abogado especialista en causas de violaciones derechos humanos, Nelson Caucoto, "estamos ante una situación extrema que se justifica precisamente por la falta al régimen penitenciario al que se encuentra sujeto. Lo hemos sostenido siempre, Corbalán va a seguir haciendo inteligencia y esto indudablemente que es una actividad en ese marco". Añadió que "tener chip de celulares en un lugar donde está prohibido, infracciona el reglamento interno. Por lo tanto me parece bien, porque es una conducta reiterada. La otra vez no sólo le encontraron un chip de celular, sino que otro elemento electrónico, entonces me parece que es una medida extrema, pero que tiene plena justificación a partir de la situación de hecho que se produjo".

Según manifestó la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro a Radio Coorperativa, el interno "debía haber estado desde el día uno cumpliendo condena en una cárcel común". Agregó que con esta incautación "lo que se evidencia es la absoluta sensación de poder que tiene Corbalán" por las "innumerables acciones de irregularidad en torno a su cumplimiento de condena".