LA MADRUGADA del jueves, Carina duerme como todas las noches en su departamento de Providencia. De repente, algo la hace despertarse en la mitad de la noche. No hay ningún ruido, golpe ni razón que lo explique. Mira a su esposo, quien a su lado duerme tranquilo como si nada. Y a los 10 segundos todo se empieza a mover: temblor. Ella se levanta rápido hacia el marco de la puerta, como dicta la filosofía popular, al tiempo que agradece haber estado despierta para uno de esos movimientos que tanto odia. ¿Qué pasó? Algo en ella "le avisó" lo que se venía. A la mañana siguiente cuenta esta misma secuencia a sus compañeros de oficina. Algunos se ríen y otros le dicen que ingrese al programa de Psíquicos. Pero, probablemente, lo que ellos no saben es que recientes estudios confirman la historia de Carina: nuestros cuerpos pueden anticiparse a sucesos que están por venir.
Así reveló un estudio de investigadores de las universidades del Noreste y California, en Estados Unidos, y de Padova, en Italia. Los científicos hicieron un metanálisis de los resultados de 26 estudios publicados entre 1978 y 2010 sobre el tema. ¿La conclusión? Nuestra mente subconsciente a veces sabe más que nuestra mente consciente. Reacciones fisiológicas nos alertan antes que nuestro cerebro de sucesos que podrían perjudicarnos. "Esto es anticipatorio, ya que parece predecir futuros cambios fisiológicos en respuesta a un evento importante sin ninguna pista conocida", dice Julia Mossbridge, investigadora asociada del Laboratorio de Percepción Visual, Cognición y Neurociencias de la U. del Noreste y autora principal del estudio publicado en la revista Fronteras en Percepción Científica. La especialista explica que en muchos casos se ha visto que las personas registran cambios fisiológicos, en los sistemas cardiopulmonar, de piel y nervios.
Mossbridge ejemplifica su hallazgo en el típico oficinista remolón que mata el rato con videojuegos online, en el trabajo y con los audífonos puestos. El tipo no tiene posibilidad de escuchar si su jefe viene entrando en una esquina. "Sin embargo, nuestro análisis sugiere que si estuviera en sintonía con su cuerpo, podría ser capaz de detectar estos cambios entre dos y 10 segundos antes y cerrar la ventana del videojuego. Podría incluso tener la oportunidad de abrir la hoja de cálculo en la que se suponía estaba trabajando. Y si tiene suerte, haría todo esto antes de que su jefe entre", dice Mossbridge.
PRESENTIMIENTOS
La científica dice que con su equipo de trabajo aún no están seguros de cómo funciona realmente este fenómeno. "Me gusta llamarlo 'actividad anticipatoria anómala'", dice la investigadora, quien agrega que a pesar de que la comunidad científica aún es reacia a reconocer estos hallazgos, debido a que no pueden ser explicados con la actual comprensión de cómo funciona la biología, sí podrían tener una explicación echando mano a recientes hallazgos biológicos cuánticos. "Lo que no ha quedado claro es si los seres humanos tienen la capacidad de predecir futuros eventos importantes, incluso sin ningún tipo de pistas sobre lo que podría pasar", dice la autora.