Luego de que el team "USM Skechers" fuera descalificado de las Rutas de América, disputada en Uruguay, tras presentar una licencia irregular, las aguas en el ciclismo están lejos de apaciguarse. La división entre la Fecichile (la más antigua, reconocida por la UCI) y la Fedecichi (nueva y afiliada al COCh y el IND) parece no tener solución y tiene bloqueado a varios equipos.

"Sabemos que hay más clubes con licencias irregulares", indica Roberto Pérez, presidente de la Fecichile, una entidad que, al ser reconocida por la UCI, ha conseguido doblarle la mano a la nueva orgánica y el COCh. "No tenemos nada que negociar con ellos. Pronto tendremos el certificado de vigencia del Ministerio de Justicia y podremos aceder a recursos. Ellos están en un túnel sin salida", agrega Pérez.

Por su parte, Oscar Gómez, timonel de la Fedecichi, replica que "ellos mezclan temas dirigenciales con deportivos y le hacen daño a los ciclistas".

Mientras la UCI analiza los descargos de la nueva federación, la Vuelta Chile sigue entrampada. "No ha llegado ninguna comunicación oficial de la Vuelta, porque la gente de la nueva federación sigue esperando. ¡Nos están matando! Sin competencias, no hay retorno para los auspiciadores. Ambas federaciones deben juntarse en una mesa de diálogo", reclama Alfonso Febrer, director del Clos de Pirque, el único equipo continental del país, que estos participan en la Vuelta a Mendoza.

"No se puede hacer la Vuelta sin la homologación UCI, que es lo que estamos esperando", repite Gómez, sobre la clásica rutera que debía disputarse en abril, pero que sigue en duda. Por su parte, la Fecichi tiene agendada su propia Vuelta Chile para noviembre.