Señor director:

No sólo entregando ropa y alimentos podemos colaborar con la reconstrucción del país: tener un poco de conciencia, dejar de reclamar por todo y de exigir sin escrúpulos, también es una gran manera de aportar.

Luego de que Chile sufriera uno de los terremotos más fuertes de la historia mundial, dejando parte importante del país destruido, los chilenos deberían darse cuenta que desde el mismo sábado a las 5.00 horas las entidades pertinentes no han parado de trabajar para restituirnos los servicios de agua, luz, conexión de carreteras, vuelos, etc.

Chilenos, por favor, hay que tener criterio. Colaboremos con la boca bien cerrada. Es imposible que, después de un desastre de tales magnitudes, en seis días se recupere el funcionamiento del país con las comodidades anteriores. Estar en casa, ver la televisión y "sufrir" por las imágenes no es un aporte. Estar en las filas del aeropuerto y reclamar por las esperas largas, tampoco. Todos estamos nerviosos y hay mucha gente que no ha descansado para que los chilenos retomen su vida normal.

Basta de regalías y de exigir sin aportar con nada. Un pedazo de nuestro Chile se ha caído; la misión es reconstruir, no destruir a quienes están trabajando para ello.

Fernanda Ruedi Zalaquett