Tiene 23 años y es nada menos que todo un hombre. Jorge Teillier está casado con Sybila Arredondo y son padres de Sebastián y Carolina. Es 1958 y el poeta también ha publicado su primer libro: Para ángeles y gorriones.
La familia vive en Lautaro. El poeta y profesor de Historia y Geografía, luego de estudiar en el Pedagógico en Santiago, ha regresado a su tierra natal. Teillier ya tiene fama de bohemio y hace clases en un colegio que hoy lleva su nombre. "Se adapta a todo tipo de conversaciones, pero cuando habla de poesía no lo toman muy en cuenta. Corregir pruebas lo agobia. En el recreo de las 10 am suele acudir a un clandestino", recuerda el historiador Lautaro Cánovas, sobre los días en que el poeta aún no era una de las figuras importantes de la poesía chilena de la segunda mitad del siglo XX.
En el libro Nostalgia del futuro se puede leer el testimonio de Cánovas y de una serie de amigos y familiares de Teillier. El ejemplar, escrito por Luis Marín y Carlos Valverde, es la primera biografía que retrata al autor nacido en Lautaro en 1935 y fallecido en 1996, en Viña del Mar, a los 61 años.
"Su obra se conoce poco o al menos no lo suficiente. Por lo demás su literatura envejece muy bien, y nos damos cuenta cuando encontramos a una buena cantidad de jóvenes poetas que se identifican con su literatura", dice Valverde sobre la motivación para realizar Nostalgia del futuro.
"Algún día seremos leyenda", repetía Teillier, cuyos antecedentes familiares en Chile se remontan a George Teillier Pannelier. Su abuelo, quien llegó al sur del país desde el puerto francés de Burdeos, en 1886, junto a su esposa Melanie Morin.
Estos y otros antecedentes se detallan en la biografía dividida en capítulos que abordan, por ejemplo, su relación con Beatriz Ortiz de Zárate. La joven, que también era pretendida por el poeta Enrique Lihn, se convirtió en la segunda esposa de Teillier. Mientras, la escultora Cristina Wenke fue su compañera con la que vivió en el fundo el Molino del Ingenio, en La Ligua, desde 1987 hasta el final de los días del escritor. "Jorge era un seductor natural. Lo que se pusiera le quedaba bien, comía cualquier cosa y nada le caía mal, pero era incapaz de hacerse un huevo", señala Wenke en la biografía. "Era un sujeto leal y muy valiente. Era un amigo que te educaba y yo me formé con él", agrega el poeta Lorenzo Peirano en el libro que él presentará junto a Leonardo Sanhueza, en la casa La Chascona de la Fundación Neruda, el próximo jueves 26, a las 19 hrs.
En los 70 el autor de Muertes y maravillas participa en encuentros de poesía en el extranjero. Gana concursos y becas. "Llevaba una carrera literaria ascendente. Y una de las tesis que nosotros planteamos en el libro, es que este esplendor literario del que Teillier formó parte se acabó con el golpe militar", señala Valverde.
Traducido, antologado y estudiado, nunca recibió el Premio Nacional de Literatura. "Es obvio que el gobierno militar no se lo daría. Nos aseguran que 1996 era el año, pero murió meses antes. Por último, en un país de mojigatos es muy claro que su alcoholismo no le jugó a favor", agrega Luis Marín.