A Pavel Sáenz lo miraban como bicho raro en 2006. Este cineasta se pasaba las tardes en el patio trasero de su casa o en las plazas cercanas del sector de Pajaritos levantando pesas, saltando la cuerda, subiendo árboles o realizando abdominales. Nada muy anormal. Todo, eso sí, con una intensidad que llamaba la atención. "Terminaba muerto. El esfuerzo que haces en dos horas en un gimnasio convencional, nosotros lo hacíamos en 20 minutos", cuenta.

Lo que hacía Sáenz era CrossFit, una disciplina deportiva poco conocida por ese entonces. Hoy, es una de las disciplinas deportivas más emergentes, con un crecimiento explosivo en los últimos dos años: del pequeño grupo de 10 amigos de Sáenz, los primeros en practicarlo en Chile, hoy son más de 500 personas que lo hacen regularmente.

La demanda que se ha visto reflejada en infraestructura: plazas y parques fueron cambiados por dos centros especializados inaugurados en 2009. Hoy hay siete y pronto un octavo que se inaugurará afiliado a una conocida marca deportiva. Además, hay 50 entrenadores nacionales certificados por la filial de CrossFit en Estados Unidos, un curso que cuesta mil dólares.

¿Cómo se define CrossFit? "Son ejercicios funcionales, que varían constantemente, ejecutados a alta intensidad", explica Sáenz. En otras palabras, un sistema de acondicionamiento físico que busca trabajar destrezas físicas, como fuerza, potencia, velocidad, coordinación, resistencia cardiovascular, equilibrio, entre otras, siempre en contra reloj.

Estos ejercicios imitan movimientos de la vida real, como llevar bolsas de verduras desde la feria a la casa o empujar un auto en panne. "No sólo se hace fuerza, sino que también se practica coordinación, habilidad y resistencia".

Según Eduardo Aránguiz, entrenador de CrossFit, existe una diferencia fundamental entre esta disciplina y el trabajo en un gimnasio tradicional. "Allá trabajas la musculatura en forma aislada. Acá lo vemos como una unidad completa y funcional. Nosotros no separamos músculos y articulaciones, sino que mezclamos todo el cuerpo como un elemento total", dice Aránguiz.

"Box"

Y esta diferencia se nota al entrar a un centro de entrenamiento de CrossFit. Primero, no se llaman gimnasios, sino "box" (caja en inglés). Son espacios rectangulares donde no hay máquinas, sino elementos como cuerdas, cajones, pesas y estructuras metálicas con argollas. Las clases mezclan estos elementos con series de ejercicios, como estocadas o "push ups".

Las series son supervisadas por un instructor que va corrigiendo y arengando a una clase de unas 15 personas. Cada clase tiene series de ejercicios diferentes: la gracia es hacer la mayor cantidad posible en el menor tiempo. "Alguien bien entrenado puede perder hasta un kilo en una clase", dice Raúl Farías, entrenador de CrossFit, mientras sus alumnos salen a correr 300 metros a la calle para volver al "box" a subir la cuerda, hacer flexiones, abdominales e invertidas. Todo en menos de 30 minutos.

¿Los más motivados? "Las mujeres. Cuando se enganchan, vienen todos los días", dice Farías. Y se nota. Sofía Ríos(17) va todos los días a ADN gimnasio en Ñuñoa junto a su hermana. "No es aburrido, siempre es diferente, y si eres constante los resultados se notan", cuenta con la respiración entre cortada y la cara empapada.

Policías y bomberos

El CrossFit nació oficialmente en 1995, cuando el estadounidense Greg Glassman empezó a usar la técnica para entrenar a policías en California. De ahí que se le vincule al mundo de los uniformados. De hecho, Sáenz entrena un grupo de las fuerzas armadas en Santiago, y Aránguiz, a un grupo de bomberos del sector oriente de la capital. "Por las emergencias a las que acudimos, es súper importante tener la capacidad aeróbica para sacar gente y apagar un incendio, algo que logramos con CrossFit", explica Diego Arriagada, del Cuerpo de Bomberos de Santiago, que lo practica hace tres meses.

Por el nivel de exigencia se recomienda no entrenar CrossFit sin supervisón. Aunque Sáenz deja en claro que es un deporte de "código abierto": todos los días en crossfit.com se publican nuevas rutinas de entrenamiento.

Quienes lo practican ya no tienen que mirar resignados cómo en EE.UU. se realiza anualmante un campeonato mundial de esta especialidad. En marzo, Chile tendrá su el primer campeonato nacional de CrossFit. Sólo para valientes.