Mientras cientos de fans y cercanos despedían al cantautor Facundo Cabral (74) -asesinado el sábado en Guatemala-, en el pequeño teatro bonaerense ND Ateneo, en el país centroamericano la fiscal encargada del proceso, Claudia Paz y Paz, anunciaba que la investigación estaba cerrada y que el caso "está resuelto, luego de 72 horas".

Porque las autoridades guatemaltecas arrestaron ayer a dos de los supuestos culpables del homicidio del intérprete, que ocurrió camino al aeropuerto. Ese día, el cantante se preparaba a viajar a Nicaragua, luego de realizar dos shows en Guatemala. Los inculpados son Elgin Enrique Vargas Hernández y Wilfred Alan Stokes Arnold. Paz y Paz afirmó que todavía hay otros tres sospechosos en fuga.

Según explicaron los encargados del caso, Vargas sería el autor intelectual del atentado. El habría dado la orden de ejecutar a Henry Fariñas, organizador de los conciertos de Cabral en Guatemala y verdadero objetivo del asesinato. Incluso, dijeron, lo más probable es que los sicarios ni siquiera supieran quién era Cabral. Stokes, en tanto, fue imputado como uno de los pistoleros que concretaron el intento de asesinato a Fariñas, quien aún está en estado grave, internado en el hospital.

"Queremos decirle al pueblo de Guatemala y de Argentina que hemos resuelto el caso y en 72 horas hemos logrado detener a los responsables de este repudiable acto", dijo Paz y Paz en una conferencia de prensa, donde además detalló que los arrestos se realizaron en dos operativos independientes. Las pruebas que sostienen la culpabilidad de los imputados son tanto físicas (huellas digitales y los videos de vigilancia del hotel desde donde salió Cabral el día de la tragedia), y científicos, como las trayectorias de las balas. Algo a lo que no se refirieron fue a los motivos para el atentado.

Temprano en la mañana, el cuerpo de Cabral había llegado a Buenos Aires, acompañado por el ministro de Cultura guatemalteco, Héctor Escobedo, y el embajador argentino en ese país, Ernesto López. Ahí fue recibido por sus familiares y cercanos, además del canciller argentino, Héctor Timerman, y el secretario de Cultura, Jorge Coscia.

Aunque en un principio no estaba contemplado que se realizara ninguna ceremonia pública, sino que un funeral íntimo, finalmente, su viuda, la venezolana Silvia Pousa, cambió de opinión y decidió que se realizará un velatorio público, en el teatro ND Ateneo de la capital argentina. Luego, los restos serán trasladados al cementerio Chacarita, donde serán cremados como, dijeron, eran los deseos de Cabral.

La Presidenta Cristina Fernández decretó un duelo nacional de tres días, para conmemorar el fallecimiento. El artista "consagró su vida al canto, transmitiendo con sus letras el espíritu de paz inspirado en las enseñanzas de Jesús, Gandhi y la Madre Teresa de Calcuta", apuntó el decreto mediante el cual se oficializó la medida.