Señor director:
Hasta el 10 se estará desarrollando la 16ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en la llamada Cumbre de Cancún. El fin de esta reunión es obtener un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kyoto, próximo a vencer en 2012. Pese a su importancia, existen limitadas expectativas sobre los resultados que podrían lograrse en esta cumbre y se especula que incluso podría ser el segundo fracaso consecutivo tras la de Copenhague.
Esto podría amenazar la continuidad de las negociaciones de la ONU en esta materia, poniendo en riesgo el interés y compromiso de actores claves en este proceso. La incertidumbre en torno a la capacidad de lograr acuerdo sugiere que detener el cambio climático depende de las acciones de la sociedad organizada, mediante profundos cambios en sus estilos de vida y su actitud hacia la problemática ambiental.
Esperemos que esta vez los líderes mundiales demuestren una verdadera voluntad política que se traduzca en acciones concretas para enfrentar el calentamiento global, y que dichas voluntades se transcriban en un instrumento regulatorio internacional que detalle los compromisos en cantidades, plazos, mecanismos de control y de sanción. Caso contrario, el aumento de la temperatura podría ocasionar serias consecuencias en la estabilidad de los ecosistemas.
Karlo Guerrero
Director de Bioingeniería e Ingeniería Ambiental, UDLA