En decisión unánime, el Tribunal Oral de Curicó declaró culpable, en calidad de autora del delito de parricidio, a Roxana Andrea Valdés Caro, la mujer que se entregó a carabineros y confesó que había asesinado a su conviviente y que luego, con la intención de ocultar el crimen, desmembró el cuerpo y lo depositó en utensilios de cocina.

Con las pruebas y testimonios expuestos durante una semana de juicio oral, quedó acreditado que el 5 de abril de 2014, la acusada asesinó con disparos de revólver a Claudio Andrés Muñoz. Esto ocurrió en el domicilio que ambos compartían en Molina, Séptima Región. Fue a raíz de una discusión motivada por la apropiación de un dinero por parte de la víctima, que había sido obtenido por Roxana, gracias a la venta de su casa. Según el fallo, el disparo produjo una laceración cardíaca, pulmonar y gástrica, provocando la muerte de Muñoz Ramírez.

El cercenamiento del cuerpo, cuando ya hay muerte, no es considerado por la legislación como una agravante, por lo tanto no fue tomado en cuenta.

La fiscal que encabezó el caso, Mónica Barrientos, solicitó una pena de 15 años de presidio, sin beneficios, y reconoció las atenuantes de irreprochable conducta anterior y haber confesado el hecho. En tanto, el abogado defensor, Juan Pablo Cárdenas, aspira a que el tribunal acoja otras tres atenuantes: la colaboración, actuar con arrebato y la imputabilidad disminuida. La lectura de la sentencia será el próximo jueves 30, a las 12 horas.