"La maldición del programa diario" fue uno de los conceptos más discutidos durante el Mundial de Atletismo que finalizó ayer en Daegu, Corea del Sur. Coincidentemente, todos los atletas incluidos en la portada del boletín informativo de cada día tuvieron pésimas actuaciones durante las primeras jornadas de competencia. Steve Hooker, Usain Bolt, Dayron Robles, Yelena Isinbayeva y, posteriormente, Allison Felix fueron las víctimas de esta extraña situación, que sirve como botón de muestra de la buena cantidad de decepciones vividas en la cita.

Sin duda, el fracaso con mayor repercusión fue el de Bolt en los 100 metros planos, una prueba que ya estaba disminuida por la gran cantidad de ausencias. Mientras el estadounidense Tyson Gay y el jamaiquino Asafa Powell se restaron por lesiones, Mike Rodgers (EE.UU.) y Steve Mullings (Jamaica) no pasaron exámenes de dopaje previos a la competencia. Cuando finalmente el "Relámpago" fue descalificado de la prueba, el público coreano tuvo que presenciar un hectómetro sin estrellas.

Luego vino el turno del cubano Dayron Robles, recordman planetario de 110 metros vallas, quien, al igual que Bolt, fue descalificado, aunque en su caso fue por bloquear a su más enconado rival, el chino Liu Xiang.

En las mujeres, la nota baja fue dada por Isinbayeva, quien quedó solamente en el sexto lugar del salto con garrocha, dejando muy atrás los recuerdos de sus actuaciones en los mundiales de 2005 y 2007 y sus oros en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008. Algo similar pasó después con la croata Blanka Vlasic, quien no pudo defender su título en el salto alto.

A estas decepcionantes actuaciones de varias grandes figuras se sumaron las pocas marcas destacables que registró el evento. Basta consignar que el único récord mundial que se batió fue conseguido por el equipo jamaicano de 4x100 metros, en la última prueba que se disputó en el campeonato. En cambio, en el Mundial de Berlín se quebraron tres registros planetarios (Bolt, en 100 y 200 metros planos, y la polaca Anita Wlodarczyk, en el lanzamiento del martillo).

El peso de los números

Lo mismo se aplica a otros tipos de récords. Por ejemplo, en Daegu se rompieron tres plusmarcas de campeonatos mundiales, 17 del año, cuatro regionales y 41 nacionales. En tanto, Berlín vio caer seis registros de campeonatos mundiales, 16 del año, cuatro regionales y 48 nacionales.

A pesar de todo, en la IAAF quedaron conformes con el desarrollo del evento (que fue visto en 200 países) y optaron por ver la situación desde otro punto de vista. "Lo bueno de este Mundial es que hubo muchas sorpresas y se sumaron nuevos países al podio", dijo el senegalés Lamine Diack, recientemente reelecto como presidente de la organización, que ya tiene decididas sus próximas dos sedes para el torneo: Moscú 2013 y Beijing 2015. Aún queda por determinar la sede de 2017, que disputan Londres y Doha, después del retiro de la candidatura de Barcelona.