Un total de 2.700 millones de pesos fue la suma que se apropió de forma ilícita Javier Garriga Bromblum, quien ayer, en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, fue encontrado culpable de tres de siete delitos.
Entre los ilícitos por los que el sujeto fue condenado se encuentra la estafa a propietarios del edificio Tenerife de esa ciudad, que tuvo que ser demolido por los daños que sufrió tras el terremoto del 27/F.
Según se conoció en el juicio, los vecinos le entregaron a Garriga -esposo de una de las propietarias- dineros correspondientes al seguro que recibieron tras el sismo de 2010, luego de que éste los motivara a invertir los recursos en un depósito a plazo, para lograr una mayor rentabilidad. Sin embargo, la operación nunca se concretó: el hombre utilizó los 1.800 millones de pesos para apostar en el casino municipal de la Ciudad Jardín.
Su actuación "ha supuesto perjudicar a personas que han hecho sacrificios toda su vida para llegar a tener dineros que fueron utilizados y malgastados", explicó el fiscal Lionel González, quien agregó que el imputado "ha traído un drama profundo a cada una de estas víctimas".
Respecto de la ludopatía como argumento de la defensa para liberar de culpa al acusado, el fiscal dijo que "el señor Garriga, de quien se dice tenía una propensión irreflexiva al juego, tuvo durante 10 años acceso a dinero líquido y nunca perjudicó a su empresa, sino que prefirió hacerlo respecto de otras personas. Fue muy selectivo. No tocó su bolsillo, y eso no es compatible con un ludópata".
También fue víctima de Garriga la comunidad israelita de Viña del Mar, la que vio defraudados fondos destinados a obras de beneficencia y gastos propios por parte de quien era su tesorero y administrador.
La lectura de sentencia se realizará el 20 de diciembre, y el hombre arriesga una pena de 10 años de cárcel.