EN UNA entrevista radial, la Presidenta de la República abordó el tema del proyecto que busca legalizar el aborto bajo tres causales. “Acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto. La gente que tiene buenos recursos lo hace en buenas condiciones, la gente que no tiene recursos lo hace en malas condiciones y con riesgo a la mujer”.

Los dichos de la Mandataria llamaron la atención, pues reitera expresiones similares que en su momento vertió la ex ministra de Salud, Helia Molina, y que provocaron su salida del cargo. “En todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”, dijo entonces la ex ministra. De allí que desde la Presidencia se debería evitar la reiteración de expresiones que sólo traen confusión.

Esta manera de aproximarse al tema del aborto resulta además equívoca, porque elude la discusión de fondo sobre el derecho a la vida que tiene un ser humano en plena gestación, justificando así el aborto por razones de “acceso” o “igualdad”. Dicho enfoque resulta por lo demás incongruente con el propio proyecto del gobierno, que busca “despenalizar” en tres causales específicas, ninguna de las cuales tiene relación con las condiciones en que se practican los abortos.

La existencia de abortos clandestinos no constituye una justificación válida para que dicha práctica deba ser legalizada, porque entonces equivaldría a suponer que cualquier actividad, por el solo hecho de realizarse, tendría derecho a su legalización, lo que resulta un contrasentido. Tampoco parece tratarse de “cosas no dichas”, porque de hecho en el país ha existido un amplio debate sobre el aborto y la práctica médica ha resuelto sin problemas el dilema cuando la vida de la madre está en riesgo.

La ex ministra de Salud no logró demostrar sus afirmaciones de abortos ilegales en clínicas privadas. Si la Presidenta posee antecedentes adicionales y ha tomado conocimiento de abortos ilegales, en su condición de autoridad está en la obligación de hacer las denuncias respectivas y así impedir la ocurrencia de ilícitos.