Ser el motor del emprendimiento en la zona poniente de la Región Metropolitana. A eso aspira la Escuela Felipe Cubillos Sigall, el primer establecimiento de esta categoría creado por Desafío Levantemos Chile. Se construirá en el sector más vulnerable de Estación Central, la población Los Nogales, y estará capacitado para recibir a 400 emprendedores.

La idea del proyecto es aumentar la empleabilidad y romper el círculo de la pobreza, entregando herramientas a las personas para salir adelante de manera autónoma. "La Fundación Imagina, que es la razón social de Desafío, nace de Felipe Cubillos y Goran Ahumada para, precisamente, trabajar el emprendimiento y ayudar a las comunidades pobres a través del trabajo. Nosotros les damos el impulso que a ellos les hace falta", dijo Mónica Maccarte, líder del proyecto.

Las clases las realizarán los integrantes del área de emprendimiento de Desafío Levantemos Chile, Pedro Smith y el propio Goran Ahumada, en conjunto con alumnos de 5° año de ingeniería comercial.

Contabilidad, liderazgo, comercialización, inicio de actividades, aumento en las ventas y alternativas de financiamiento serán algunas las temáticas que se enseñarán. "Centramos nuestro programa en la elaboración de un plan básico, que contempla los diferentes aspectos necesarios para que puedan potenciar sus negocios, que incluye la parte de cómo vender y una evaluación económica. No enseñamos oficios porque entendemos que el emprendedor trae su negocio; le enseñamos cómo levantarlo", dijo Ahumada, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile y director de la escuela.

"Quiero llegar más alto"

Hace dos años que Vivian Bórquez empezó a tomar cursos. Quedó sin trabajo y tuvo que buscar algo que le diera algún ingreso. Hoy se declara microempresaria. Cocina galletas y alfajores, y luego los vende. Sin embargo, aspira a mucho más. "A veces uno se conforma con sólo hacer y vender, pero quiero llegar más alto, enseñar y dar trabajo a otras personas". Ella es una de las personas que participaron en las clases impartidas por Ahumada.

"Antes ganaba, con harto esfuerzo, cerca de 80 mil pesos al mes y ahora puedo llegar hasta los 200 mil. Los cursos me ayudaron a sacar cuentas, a emprender mediante una arista de futuro y a valorizarme como persona". Así, con la plata que ganaba vendiendo chocolates, Bórquez logró pagarle a su hijo la carrera de ingeniería comercial.

Lorena Vargas es otra de las emprendedoras capacitadas en administración de negocios por Desafío. A través de cuadros en relieve con pasta de modelar hace imágenes de paisajes representativos del país.

"Llevamos un año trabajando con ellos y se han convertido en un pilar fundamental. A través de un curso intensivo aprendimos a hacer estudios de mercado", dijo.

Evelyn Murillo, también emprendedora, concuerda con Vargas. "Aprendí a dónde enfocar mi negocio. Mucha gente de los niveles socioeconómicos más altos les gusta los productos en cuero, valoran la calidad, y gracias a eso me han comprado".