Señor director:
Anecdótica aparece la campaña por la protección de la propiedad intelectual que encabeza la Asociación de Productores Fonográficos de Chile y que busca combatir la piratería en internet.
En esta campaña se utiliza a las mismas compañías proveedoras para que delaten y luego corten el servicio de descarga de música, videos y otros archivos -denominados P2P- a través de la conexión a internet contratada por el usuario.
Parece anecdótica, porque hace mucho tiempo las compañías proveedoras han limitado la descarga de este tipo de archivos, sin el consentimiento del usuario que paga por un servicio en internet que no posee cláusulas restrictivas en cuanto a las descargas de este tipo.
Es un secreto a voces que los últimos años las compañías proveedoras han copado su capacidad de entregar el servicio que ofrecen de manera permanente y continua; sin embargo, ninguna de las instancias fiscalizadoras o de defensa del consumidor han sido capaces, pese a los miles de reclamos, de intervenir y asegurar el servicio contratado por miles de hogares y empresas.
Qué curioso resulta pensar que una simple asociación logre cohesionar a las empresas proveedoras del servicio para que fiscalicen y supriman unilateralmente las descargas, cuyos contenidos, por lo demás, no se ha comprobado que estén protegidos por derechos de autor.
Philip Holzmann