Un tren de largo recorrido, que llevaba 370 personas a bordo, descarriló en la tarde de ayer, cuando se disponía a atravesar la estación de Brétigny- sur-Orge, una localidad situada en la provincia de Essonne, 41 kilómetros al sur de París. El descarrilamiento causó al menos seis víctimas mortales y 180 heridos, 22 de ellos muy graves, según el Presidente François Hollande, quien visitó el lugar del siniestro a las pocas horas. En todo caso, las autoridades advirtieron que el balance final de víctimas será más amplio.

Así lo señaló el ministro del Interior, Manuel Valls, porque un número indeterminado de pasajeros quedó atrapado entre los restos del tren.

El convoy, un Intercity Teoz de la compañía pública SNCF, viajaba desde la estación Austerlitz de París hasta Limoges (al sur de la capital), cuando, según dijeron varios testigos, "entró en la estación a gran velocidad y se partió en dos trozos". Hollande anunció la apertura de tres investigaciones paralelas: una judicial, otra del Ministerio de Transportes y otra de la propia SNCF.

Una fuente de SNCF explicó que el accidente no fue provocado por un choque, sino por un exceso de velocidad, y señaló que la parte delantera del convoy cambió de vía mientras los seis coches de cola descarrilaban. Las imágenes aéreas mostraron que uno de los vagones voló sobre el andén y chocó contra una marquesina, antes de terminar sobre un costado, encima de las vías.

Mehdi Bazgua, de 19 años, quien viajaba en un tren de cercanías que estaba parado en la estación en el momento del accidente, relató así el suceso al diario Le Parisien: "Oí mucho ruido y vi una nube de polvo. Pensé que era un tren de mercancías, hasta que vi los primeros heridos. Ahí empezó el pánico y mucha gente se bajó del tren donde yo iba. Vi a un hombre inconsciente con el cráneo abierto. Muchos heridos, muchos atrapados...".

Según las primeras estimaciones, el accidente pudo originarse al cambio de agujas de la estación, aunque un portavoz de la compañía añadió que no era posible determinar las causas exactas del percance en este momento de la investigación.

La línea permanecerá cerrada hasta la tarde de hoy, aunque Francois Hollande ha afirmado que el tráfico en la estación de Brétigny no se restablecerá como mínimo hasta el lunes.

El accidente ha cortado la línea de ferrocarril convencional París-Burdeos, que conecta la capital francesa con el sudoeste del país. Los servicios internacionales que conectan Francia con España también utilizan la línea. Además, el tren-hotel que se desplaza entre Barcelona y París se suspendió en ambos sentidos.