El hallazgo de yacimientos de oro en 1886 impulsó la fundación de Johannesburgo, que en la actualidad es la ciudad más poblada de Sudáfrica. Hoy, la urbe nuevamente es escenario de un importante descubrimiento. Cuarenta kilómetros al noreste de la ciudad, en la cueva subterránea de Malapa -conocida como "La Cuna de la Humanidad"- fueron encontrados los restos de una nueva especie de homínido que podría ser un antepasado cercano del hombre moderno.

Los fósiles corresponden a un ejemplar masculino de entre 10 y 13 años de edad y a uno femenino que rondaba los 30 años. Datan de 1,95 a 1,78 millones atrás, es decir, son un millón de años más tardíos que Lucy, el australopitecus descubierto en 1974 y considerado durante años como el ancestro humano más antiguo.

Pero no se trata de huesos cualquiera. Según los investigadores de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, que realizaron el hallazgo, los fósiles constituyen una nueva especie clave en la evolución humana: el Australopitecus sediba. "Creo que se trata de un muy buen candidato para ser la especie transicional entre el Australopitecus africanus y el Homo habilis o incluso un antepasado directo del Homo erectus", afirmó Lee Berger, líder de la investigación.

Los argumentos a favor

El planteamiento se sostiene en algunas características anatómicas de estos homínidos cercanas a la del hombre moderno, entre las que destacan la forma de la pelvis y la extensión de las piernas. Según los científicos, estos dos factores demostrarían que esta especie se desplazaba habitualmente sobre sus piernas, a diferencia de otros australopitecus, que combinaban esto con el desplazamiento en los árboles.

Otro punto a favor de la hipótesis es la dentadura. "El tamaño de los dientes es más pequeño, no tan grande como en un chimpancé, sino que son más como los que encontramos en el género homo", explica David Rubilar-Rogers, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural.

Sin embargo, el cráneo del ejemplar más joven tiene una capacidad de 420 cc, es decir, más parecido al del chimpancé actual y con sólo un tercio del volumen del cráneo humano que varía entre 1.200 y 1.600 cc. Esta característica lo ubica inmediatamente dentro del género de los Australopitecus, que habitó Africa desde hace cuatro millones de años atrás.

"Sin duda este fósil es importante porque muestra un australopitecus que tendría ciertos rasgos que se asemejan bastante a los del género homo", destaca Rubilar-Rogers.

Posibles explicaciones

Al interior de la comunidad científica no existe acuerdo sobre los orígenes del género Homo. Sin embargo, el estudio, publicado en Science, concluye que la estructura física y la antigüedad de los restos indican que el Australopitecus sediba es el australopitecus más cercano al humano y, por lo tanto, podría ser la pieza que explica el surgimiento del hombre moderno.

Una explicación alternativa que esbozan los autores es que se trate de un grupo emparentado con las primeras especies del género Homo, pero que siguió un camino evolutivo paralelo y no tendría participación en la aparición del Homo sapiens.

Los investigadores sudafricanos ya están desenterrando otros fósiles de esta especie ubicados en la "Cuna de la Humanidad", los que podrían entregar nuevas luces sobre sus características físicas y su forma de vida. Además, el equipo científico trabaja en una reconstrucción detallada del aspecto de este antiguo fósil.