La primera reacción al dolor de cabeza, la más común, es buscar un vaso con agua y tragar una pastilla que -como bien nos ha instruido la publicidad farmacéutica- elimine el dolor. Pero, ¿se ha detenido usted a pensar en algún minuto qué episodio de su rutina podría ser la causa de ese malestar? ¿Se habría imaginado que la última ida a la peluquería o ese sándwich que almorzó podrían ser el porqué ahora tiene esa molesta jaqueca?

La peluqueria

Estar sentado con la cabeza echada hacia atrás mientras le lavan el pelo estimula de forma incorrecta el trigémino cervical neurovascular, provocando el dolor.

La trotadora

Trotar al aire libre o en una trotadora puede producir un alza en la presión de sangre hacia el cerebro, que puede resultar en un fuerte dolor.

Falta de sueño

Un estudio del Hospital de Enfermedades Nerviosas de Londres evidenció que la falta de sueño provoca una disminución en la serotonina producida en el cerebro, y esto haría doler la cabeza.

Sandwich de jamon

El jamón contiene tiramina, un aminoácido vaso-activo que aumenta el flujo de sangre al cerebro. Y además, tiene preservantes, que hacen lo mismo.