La Europa sin fronteras interiores que introdujo el Tratado de Schengen, en 1985, atraviesa un momento crítico. El gobierno de Dinamarca anunció ayer que piensa volver a introducir en breve controles fronterizos, ante el aumento de la inmigración clandestina y de la criminalidad organizada, dijo el ministro de Finanzas, Claus Hjort Frederiksen.
El ministro precisó que los controles se harán sobre todo en la frontera con Alemania, pero también en los puertos y el gran puente sobre el estrecho de Oresund, que une Dinamarca con Suecia. "Lo haremos lo antes posible, en un plazo de dos a tres semanas", dijo Frederiksen, luego de que el gobierno de centroderecha de Lars Lokke Rasmussen anunció un acuerdo sobre la materia con el Partido Popular Danés (DF), agrupación de extrema derecha que apoya en forma externa al Ejecutivo.
El anuncio del gobierno danés se produjo un día antes de la reunión extraordinaria que los ministros europeos de Interior realizarán hoy en Bruselas, donde voceros del ejecutivo de la Unión Europea consideraron "inaceptable" dar pasos atrás en la circulación libre de personas en Europa introducida con el Tratado de Schengen.
Por ese motivo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pedirá a las autoridades danesas todas las aclaraciones del caso, para "poder analizar las medidas anunciadas".
Lo anunciado por Dinamarca y las peticiones de Francia e Italia, que reclaman la reintroducción parcial de los controles fronterizos en caso de que se constate oleada de inmigrantes, sobre todo del norte de Africa, puede suponer un riesgo para la continuidad del Tratado de Schengen, tras 26 años de aplicación, según consignó la agencia Ansa.