La historia de la música pop ha indicado que -salvo muy honrosas excepciones- a los artistas ingleses les cuesta mucho trabajo abrirse paso en el mercado estadounidense, algo de lo que Robbie Williams y Oasis son claros ejemplos. También indican que la mayoría de las veces, un gran éxito en críticas no va de la mano con un gran éxito en venta de discos. Pero como para toda regla existen excepciones, este año Adele se convirtió en el punto aparte que rompió con todos estos mitos para instalarse en lo más alto del olimpo musical, desde el punto de vista que se le mire.
Porque con su segundo disco de estudio, 21, la inglesa no sólo se ganó el aplauso unánime de la crítica especializada y se llenó de premios y nominaciones, sino que también se transformó en la artista que más discos ha vendido en Estados Unidos en los últimos siete años.
El álbum de la inglesa de 23 años ha despachado más de cinco millones de copias en el país norteamericano -más de 13 millones en todo el mundo-, y con esta cifra tiene el LP más vendido desde que Usher vendió ocho millones de copias con Confessions, en 2004, indicó la revista Consequence of Sound. Como referencia, el disco más vendido en EE.UU. de 2010 fue Recovery, de Eminem, con 3,4 millones de copias. Mientras, otro gran éxito de 2011 fue Born this way, de Lady Gaga, que obtuvo la cifra mucho menor de dos millones de copias.
21 lleva 43 semanas en el ranking Billboard de los discos más vendidos, y sólo esta semana despachó más de 200 mil copias, más de lo que consiguió Justin Bieber con su álbum navideño. "Va a ser un año que va a definir mi vida para siempre", admitió la cantante.
Problemas de garganta
Un punto en el que Lady Gaga sí logró superar a Adele fue en el de las recaudaciones y número de conciertos en vivo, pero en este ítem Adele tuvo desventajas de salud: en octubre se vio obligada a cancelar varios conciertos por sufrir de hemorragias en las cuerdas vocales, que se producen por la rotura de los vasos sanguíneos que están bajo las cuerdas, y que exigen reposo vocal como parte del tratamiento. "No tengo absolutamente ninguna otra opción más que recuperarme completa y apropiadamente, si no arriesgo dañar mi voz para siempre", explicó la intérprete a través de un comunicado.
En noviembre se sometió a una cirugía para reparar sus cuerdas vocales, y este mes empezó a entrenar su voz una vez más, e incluso se ha indicado que podría ir a una academia vocal médica en Corea del Sur. De todas maneras, se ve complicada la posibilidad de que pueda cantar en los próximos premios Grammy, donde postula a seis estatuillas, incluyendo todas las categorías principales.
En una reciente entrevista, la cantante habló de sus expectativas luego de esta operación: "Va a ser mucho más fácil para mí cantar ahora. Y mentalmente no voy a estar preocupada de mi voz en el escenario".
A pesar del gran momento que está viviendo, y el hecho de que no puede hacer shows por ahora, Adele no está apurada por sacar un nuevo álbum pronto. Según dijo a la revista Billboard, por ahora está ansiosa por tener "un buen tiempo de no hacer nada". Además, habló de sus proyecciones para un nuevo trabajo de estudio. "Me imagino que tendré 25 o 26 años para el momento en que salga mi nuevo disco, considerando que ni siquiera he pensado en eso todavía", aseguró a la publicación.