Se cree que las mujeres que trabajan fuera del hogar sufren más estrés, al compatibilizar mundo laboral y doméstico. Sin embargo, la Segunda Encuesta sobre Mujer y Trabajo de Comunidad Mujer muestra que no hay diferencias: en ambos grupos una de cada cinco dice que le diagnosticaron depresión en los últimos tres meses. Al 18,4% de las que no trabajan en forma remunerada se les diagnosticó colon irritable, contra un 21% de las ocupadas. Algo parecido ocurre con los mareos (15,4% contra 14%), úlcera gástrica (8,1% y 8%) y jaquecas (20,1% y 18%). Todos síntomas de mala salud mental y exceso de tensión y estrés.
Para la directora de estudios de Comunidad Mujer, Andrea Betancur, las cifras revelan un tema no menor: la tensión entre trabajo y familia no sería relevante en el estrés de las chilenas, ya que no hay diferencias entre mujeres que trabajan fuera o dentro de la casa.
Graciela Rojas, psiquiatra de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, dice que más que el trabajo, lo que afecta a las mujeres son los problemas de pareja e hijos.
La encuesta lo grafica: 19% apunta a conflictos familiares como principal razón de estrés.
En 2007, otro estudio realizado por la U. Adolfo Ibáñez y que buscaba medir el nivel de estrés en los chilenos, ya había revelado que el 41,7% de las dueñas de casa decía sentir alto estrés, dejándolas en el primer lugar de la lista y siete puntos más arriba de los cesantes.
Lorena Godoy, sicóloga de la U. Diego Portales, dice que creer que las dueñas de casa sufren menos estrés es un error. "Ellas se enfrentan a un trabajo no remunerado, sin reconocimiento y aisladas. Contrastando con aquellas que trabajan fuera de casa, que tienen más autonomía y sociabilidad".
El siquiatra Enrique Jadresic, de Clínica Las Condes, dice que en ambos casos hay estrés, pero por distintos motivos: las dueñas de casa se sienten exigidas, porque salen poco y no pueden escapar del ámbito doméstico y las mujeres que trabajan se agobian por los hijos que dejan en casa.
A esto se suma que las mujeres, en general, son más reactivas a estímulos negativos y por ende más vulnerables. "El estrés las afecta más, porque su sistema nervioso autónomo y sus ejes neuroendocrinos son más sensibles", dice el experto.
El problema: aunque un 75% dice que ha ido al médico en el último año por diversas razones, de las que no va, un 58% cree que no lo necesita.