Luis von Ahn, pionero del crowdsourcing -o colaboración abierta- y conocido por ser el creador de los captchas (aquellos códigos con letras distorsionadas que los sitios usan para autentificar a los usuarios), estuvo de visita en el país promocionando su más reciente proyecto Duolingo.com. Desde su puesta en marcha hace 15 meses, este servicio de aprendizaje gratuito de idiomas pasó de unos miles de inscritos a más de nueve millones de usuarios, según cuenta a Tendencias este guatemalteco (34), doctor en Ciencias de la Computación de la U. Carnegie Mellon (EE.UU.) y considerado por Silicon.com como una de las 50 personas más influyentes en el mundo de la tecnología .

Precisamente, con estos pergaminos el éxito de Duolingo -nombre que juega con las palabras "dual" y "lenguaje"- no debería ser una sorpresa. Von Ahn está presente desde el año 2000 en la vida de quienes acceden a diferentes servicios web. Uno de sus primeros proyectos fue CAPTCHA, sistema que identifica si quien está tras la pantalla es humano y que vino a resolver un problema constante en los primeros años de la masificación de internet: máquinas (o bots) que aumentaban los ingresos y clics de distintas puntocom de la época. Un par de años más tarde vendería a Google su juego de reconocimiento de imágenes ESP, que implementó el sistema en su servicio de búsqueda.

En 2007, un rediseño de los captchas originó reCAPTCHA, adoptado por los sistemas de digitalización de libros para identificar las palabras que los sistemas de reconocimiento de caracteres (OCR) no son capaces de distinguir, ya sea porque un libro es muy antiguo o el escaneo no fue el adecuado. ReCAPTCHA usa las enormes consultas diarias que generan los usuarios en su servicio, más de 200 millones al día, para identificar si hay un humano al otro lado. Von Ahn indica a Tendencias que son más de 1.100 millones de personas las que han colaborado en la digitalización de libros a través de esta plataforma, con unos dos millones de ejemplares al año.

Aprendizaje en la palma de la mano

Washington Catalán (20) viaja todos los días entre Valparaíso y Viña del Mar. Este estudiante de ingeniería civil en informática solía pasar el tiempo durante estos viajes jugando en su teléfono, hasta que descubrió Duolingo gracias a la recomendación de un amigo. Hoy está en un nivel avanzado de inglés como segundo idioma y dedica al menos dos horas semanales al servicio. "Me llamó la atención la usabilidad que tiene, es muy fácil de ocupar, ya que no requiere mucho conocimiento previo. Es la primera vez que aprendo 'jugando'. El tiempo que antes perdía en el trayecto a la universidad ahora lo utilizo aprendiendo con la aplicación", explica. Este caso no es el único.

Según Von Ahn, la mayoría de los usuarios acceden a Duolingo a través de sus aplicaciones para dispositivos móviles: iOS de Apple abarca el 35% y Android el 40%, mientras sólo un 25% accede a través de la plataforma web.

Por esto, Android es la gran apuesta para América Latina y el Caribe, considerando las bajas tasas de acceso a banda ancha (40% de penetración según el último informe ORBA de la Cepal). ¿La razón? La app de Duolingo funciona tanto en equipos de gama baja -con la versión 2.x del sistema operativo- como en los smartphones de última generación.

El servicio, no importando cómo se acceda, es gratuito. A diferencia de otros sistemas de aprendizaje en línea con los que compite, como Rosetta Stone, Babbel e incluso Open English, la idea es entregar a quienes lo necesitan una herramienta para "mejorar su condición de vida" sin que se deba incurrir en grandes pagos o contratos. Quienes estudian alguno de los seis idiomas que ofrece Duolingo (inglés, español, francés, alemán, portugués, italiano) participan de un proyecto colaborativo que coordina a millones de personas para traducir internet a todos los idiomas principales que se usan en la red.

Para mantener el servicio sin costo, Von Ahn realizó acuerdos con empresas que requieren servicios de traducción, necesidad que intercala en las distintas lecciones y tareas que los usuarios de Duolingo deben realizar. Mientras alguien aprende inglés, por ejemplo, está ayudando a traducir textos a este idioma, lo que permite mantener el servicio sin costo para los usuarios, a pesar del medio millón de dólares que cuesta tener el servicio activo cada mes.

Si bien los servicios de pago dan acceso a más idiomas que los que enseña por el momento Duolingo, estos implican un costo mensual, o bien entregan los primeros niveles de forma gratuita y luego se hace necesario un pago, que puede alcanzar, en el caso de Rosetta Stone, los 185 mil pesos por un curso completo.

Según un estudio de diciembre de 2012 encargado por el propio servicio a una consultora externa, la efectividad de Duolingo es tal que sus usuarios experimentan una mejora de 91,4 puntos en los exámenes establecidos en Estados Unidos para determinar la pro-eficiencia en un segundo idioma, en este caso español.

Para los usuarios de Duolingo, 34 horas de aprendizaje equivalen a un primer semestre de idioma en un instituto. Al comparar este resultado con estudios similares de Rosetta Stone, se encontró que los usuarios necesitan entre 55 y 60 horas para conseguir el mismo nivel. Las personas que completan todos los niveles, según estudios de Duolingo, tienen un nivel intermedio-alto y pueden sostener una conversación. Uno de los puntos que más preocupó a Von Ahn fue conseguir el retorno de los usuarios a la plataforma, algo que se consigue gracias a la "gamificación": el sistema entrega puntos y la conexión con redes sociales permite al usuario saber el nivel en que se encuentran sus amigos, estimulando la competencia y ganas de aprender.

La situación nacional

Según datos de Duolingo, Chile tiene el 2,2% de los usuarios totales del servicio y la gran mayoría estudia inglés, situación que se repite en toda América Latina. "El idioma más estudiado es el inglés, con 90% de las personas en la región. En Chile tenemos 200.000 usuarios y en toda América Latina, alrededor de 2,5 millones", indica Luis von Ahn.

Este es el caso de Alejandro Rivera (28), quien encontró de casualidad la aplicación en la AppStore de Apple. Si bien había estudiado inglés de forma presencial y a través de otras plataformas digitales, como Babbel, señala que Duolingo le pareció mucho más amable: "Me llamó la atención la forma de mostrar los niveles de aprendizaje y poder interactuar de forma escrita y a través de la voz con la aplicación. Creo que eso hizo que me gustara mucho más". Agrega que puede estar fácilmente dos horas al día utilizando Duolingo en su iPhone y que aprovecha cada "tiempo muerto" para practicar.

Pamela Flores Alegría (20) decidió aprender francés a través de Duolingo. También llegó a la aplicación por casualidad, a través de la tienda de aplicaciones para su smartphone. No conocía este tipo de servicios y un factor decisivo al aventurarse con Duolingo fue la facilidad de uso que conlleva, algo que queda en evidencia apenas se accede a la plataforma web o se lanza la aplicación.

Proyecciones

Luis von Ahn espera -siendo cauteloso a la hora de dar números- alcanzar los 15 millones de usuarios para finales de este año, aunque su meta es tener 200 millones una vez que se masifique el servicio y se incluyan otros idiomas que darían acceso a nuevos mercados, como el asiático por ejemplo. Para esto planea lanzar dentro de unos meses una suerte de proyecto Kickstarter que reúna grupos de personas dispuesta a colaborar para agregar idiomas a Duolingo.

"Todos los días recibimos cientos de correos que nos piden más idiomas, desde chino y japonés hasta sueco. El total de idiomas que nos han pedido alcanza los 350. Una cuarta parte de las personas que nos piden esto nos dice que estarían dispuestos a ayudarnos debido a su confianza en la filosofía del proyecto", indica.