Abril de 1961. Un jeep viaja por calle Pedro Fontova a exceso de velocidad, su chofer no porta documentos y está bajo los efectos del alcohol. El vehículo impacta una carreta mal estacionada. La escena corresponde al primer accidente de tránsito investigado oficialmente por Carabineros, y su factor principal es el mismo que lidera las estadísticas en los últimos años.

La Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (Siat) elaboró un ranking de las principales causas basales de eventos automovilísticos en la Región Metropolitana con resultado de muerte y lesionados de consideración, y sobre los cuales el Ministerio Publico dispone indagar. Del listado se desglosa que el principal motivo es la pérdida del control del vehículo causada por factores como conducir en estado de ebriedad, bajo la influencia del alcohol, a exceso de velocidad y otros elementos distractores.

Según explica el jefe de ese departamento policial, Víctor Cancino Veloso, "hay una desatención general en la conducción que está basada en nuestra idiosincrasia. Se trata de inconductas de choferes y peatones".

De acuerdo a la muestra, dentro de la última década, el año 2005 registró la mayor cantidad de accidentes por esa causa basal (228). Tal situación se repite cuatro de los últimos cinco años y ya durante el primer semestre de 2010 se mantiene la tendencia con un 24% del total de pericias. Con esos antecedentes, "los requisitos para obtener una licencia de conducir debieran ser más drásticos, lo que ocurre en países como EE.UU., donde de cada 10 postulantes, cuatro la obtienen la primera vez", comenta Cancino.

El uniformado agrega que ese comportamiento es propio de países latinoamericanos e, incluso, de Europa, pero en ese continente existe una mayor concentración de vehículos y "tienen las mismas tasas nuestras". Pero la culpa no apunta sólo a los conductores: "Los peatones son, en gran parte, responsables de los accidentes de tránsito; la gran mayoría de los fallecidos son peatones", dice Cancino.

Un promedio de 1.500 personas muere al año en Chile por accidentes de tránsito, siendo el grupo etáreo más afectado el comprendido entre los 26 y 37 años. Todo con un costo para el Estado de US$ 500 millones al año.

Con el inicio de la Reforma Procesal Penal, se le exigió mayor calidad en las indagatorias a Carabineros. Para ello, se incorporó nueva tecnología, como simuladores de accidentes y equipamiento tanto para mejores levantamientos topográficos como para dibujos fotométricos de más calidad.