La crisis de Grecia sigue profundizándose. En el tercer trimestre se contrajo 7,2% y el país se encamina a su sexto año de depresión. El retroceso superó al registrado en el segundo trimestre (6,3%) y fue revelado tras la aprobación de un apretado Presupuesto 2013. Desde 2009, la economía griega ha perdido un quinto de su producción y el desempleo afecta a una de cada cuatro personas.

Según el analista de XTB, Miguel Angel Rodríguez, esta cifra "es una prueba más de que las políticas de recortes presupuestarios impuestas por la UE a países con problemas, lejos de mejorar la situación, no hacen más que empeorarlas", y que explican el estancamiento en las negociaciones para los rescates de Grecia.

En su plan fiscal a mediano plazo, el gobierno prevé que la economía retroceda 6,5% en 2012 y 4,5% en 2013.

Joaquín Aguirre, de Munita, Cruzat y Claro, señala que en Grecia "las perspectivas son muy negativas. No hay ningún fundamento de crecimiento en el mediano y largo plazo que pudiera mejorar la actividad, la confianza y el empleo". Pero cree que el país heleno seguirá en la eurozona.

Manuel Pereyra, de GlobalFolio, asegura que han resurgido las dudas sobre la conveniencia de seguir financiando a los griegos. "El círculo vicioso que produce el shock de austeridad en una economía altamente dependiente del sector público y con pocas herramientas para elevar su competitividad, excepto trabajar más por menos, no tiene buen pronóstico".

Atenas espera la entrega de más de 30.000 millones de euros en asistencia para pagar deuda y apuntalar el sector bancario. Pero aún no hay acuerdo entre sus prestamistas sobre cómo puede reducir sus deudas.