Señor director:

En carta de ayer, Olof Page insiste en su error, sugiriendo que todos los liberales que rechazan la idea de justicia social, pero defienden políticas redistributivas limitadas, se confunden. Pero lo cierto es que es muy diferente defender la redistribución por razones de justicia que por razones de utilidad.

La idea de justicia social en un sentido redistributivo típicamente implica considerar injustos los resultados del mercado. De ahí que la autoridad deba quitarles a unos para darles a otros “corrigiendo” la injusticia, lo cual abre las puertas a que la misma autoridad determine arbitrariamente cuánto es justo que gane cada cual. Redistribuir por razones de utilidad no implica considerar injustos los resultados del mercado y, efectivamente, existe la posibilidad -teórica al menos- de que haya cero redistribución si con ella se hace más daño que bien a la población.

En cuanto al igualitarismo y la envidia, Page sugiere que todos los pensadores que los han relacionado simplemente especulan, como si no hubiera un conocimiento acumulado por milenios sobre la naturaleza humana, y como si estos autores no se hubieran dedicado seriamente a estudiar el tema. Incluso Marx advirtió que el igualitarismo del comunismo primitivo se basaba en la envidia. Así las cosas, temo que Page requerirá un poco más de esfuerzo que un par de líneas descalificatorias para refutar las conclusiones de pensadores del calibre de Marx, Smith, Hayek y Scheler, por nombrar sólo a algunos.

Axel Kaiser