Señor director:

En 2010, con la llegada del actual gobierno, la educación de adultos empezó a llamarse “normalización de estudios”. No existe país en el mundo que emplee esta nominación. Desde las conferencias internacionales promovidas por la Unesco, todos los países se refieren a Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). ¿Por qué en Chile se cambió el nombre? Esto resulta contradictorio respecto de la Ley General de Educación que consagra el nombre de educación de adultos a la “modalidad educativa dirigida a jóvenes y adultos que deseen iniciar o completar estudios”.

El desafío que tiene Chile en esta materia es enorme. Cerca del 50% de la población económicamente activa no ha completado sus estudios, y cerca de 70 mil jóvenes abandonan anualmente el sistema escolar. La educación de adultos no tiene acceso a la subvención escolar preferencial, aun cuando la mayoría de sus estudiantes son vulnerables.

El cambio de nombre no es banal, ¿qué se quiere normalizar? La educación de adultos es un derecho para las personas y un deber para el Estado, más aún cuando a nivel internacional está adquiriendo creciente importancia en la perspectiva del aprendizaje a lo largo de la vida.

María Eugenia Letelier G.