El partido entre Estados Unidos y Brasil asomaba como uno de los más interesante de la fase grupal del Mundial de básquetbol de Turquía, y ayer, en Estambul, ambas selecciones confirmaron ese cartel.
Aun cuando el equipo norteamericano está lejos de tener a sus mejores jugadores, y los sudamericanos no cuenten con Nené y todavía no puedan recuperar a Anderson Varejao de una lesión en el tobillo derecho, el partido regaló buenos pasajes de juego, además de emoción hasta el último segundo.
Los brasileños se pusieron rápidamente arriba en el marcador de la mano de Leandro Barbosa (14 puntos), quien con 50 segundos por jugar en la primera fracción se anotó un robo, un rebote defensivo, una asistencia y un triple, para que su selección quedara ganando 28-22.
Esa ventaja la supieron mantener durante el segundo cuarto, pero ya comenzaba a emerger la figura de Oklahoma City Thunder, Kevin Durant, quien a la larga sería la mejor mano del partido, con 27 puntos, además de aportar con 10 rebotes.
En la segunda mitad, la eficacia de ambos quintetos disminuyó notoriamente, pero permitió a Estados Unidos pasar arriba en el tercer cuarto. En la última fracción anotaron aun menos, empatando a nueve, pero pudo ser un panorama muy distinto: cuando sólo quedaban cinco segundos, el conjunto brasileño falló dos veces desde la línea de tiros libres y luego un doble, con lo que Estados Unidos se quedaba ajustadamente con la victoria, por 70-68, y el paso a los octavos de final.
En otro de los partidos de la jornada, Argentina mantuvo su invicto en el campeonato tras derrotar no sin dificultades a la selección de Angola por 91-70, clasificando también a la segunda fase.
La escuadra transandina fue liderada una vez más por Luis Scola, quien aportó con 32 puntos. "Debemos aceptar nuestra realidad, no somos una aplanadora que saca 20 puntos rápidamente", dijo el goleador tras el partido que sólo pudieron cerrar en el cuarto final.