Ocupa un terreno de 45 hectáreas, en sus dependencias se encuentran las instalaciones técnicas del Comando de Telecomunicaciones del Ejército. Cuenta con vigilancia interna y perimetral con casetas en altura.

Pese a esto, su seguridad fue vulnerada. La madrugada del miércoles un cajero automático dentro del campo militar, en avenida Las Perdices, fue abierto con el sistema del oxicorte y sus gavetas saqueadas. Los autores se llevaron $ 30 millones en efectivo.

A las 2.30 horas una de las alarmas del dispensador del BancoEstado, ubicado a unos 30 metros de un puesto de vigilancia, se activó, alertando a Carabineros de la 43 Comisaría de Peñalolén. Según informó el coronel Carlos Azócar, jefe del Estado Mayor del Comando de Telecomunicaciones, una patrulla policial llegó al lugar a verificar lo ocurrido. El centinela de turno les informó a los policías que nada extraño ocurría, pero solicitó información por radio.

Uno de los oficiales a cargo se trasladó hasta el cajero automático y descartó el robo. Por esto, según Azócar, la policía se retiró del lugar sin realizar más indagaciones.

El hecho es que 40 minutos después se produjo el relevo de la guardia. Se realizó una segunda inspección del lugar, en la que se verifica que el dispensador había sido saqueado. El dispensador de dinero se encontraba tapado con papel blanco y junto a él se encontró un tubo de oxígeno y un soplete, elementos utilizados para forzar el cajero. La Fiscalía Oriente indaga el hallazgo de un celular, posiblemente de uno de los autores del robo, cerca del aparato.

El coronel Carlos Azócar dijo que el dispensador no contaba con cámaras y que, si bien dentro del recinto militar hay un circuito cerrado de vigilancia.

Sin embargo, precisó que "el lugar de ubicación del cajero automático, por estar al interior del recinto, no forma parte de nuestras prioridades como cámara de vigilancia".

Efectivos del Laboratorio y del OS-9 de Carabineros realizaron peritajes durante la mañana en el recinto y comenzaron a tomar las primeras declaraciones.

El jefe militar informó que a la hora del robo había 12 funcionarios de turno y que éstos serán interrogados.

Investigación interna

Una de las tesis que investiga la policía es que el robo haya sido realizado por personas que se encontraban al interior del recinto, algo que según el coronel Azócar dijo "no puedo descartar".

El Ejército inició un sumario administrativo para determinar eventuales falencias en los sistemas de seguridad y vigilancia por parte de los funcionarios.

"Cuando ocurren situaciones como estas, que es primera vez que pasa en nuestro campo militar, es motivo de una revisión completa de nuestros procedimientos para poder identificar cualquier deficiencia al respecto", dijo el jefe del Estado Mayor del Comando de Telecomunicaciones.

Ayer se reforzó la seguridad del recinto y los vehículos que salían de él eran sometidos a una exhaustiva revisión por parte de personal uniformado.