El nombre de Joss Whedon  debería estar de moda por estos días, por ser el guionista y director de Los vengadores, la megaproducción de superhéroes de Marvel que debuta la próxima semana en Chile. Pero, sorpresivamente, el realizador está dando que hablar antes y gracias a un proyecto mucho más personal: la cinta satírica de terror Cabin in the woods, que debutó este fin de semana en Estados Unidos en el tercer lugar de la taquilla y con respetables US$ 14,9 millones de recaudación.

Se trata de un proyecto que se ha convertido en una de las películas de horror más comentadas y alabadas del último tiempo, tanto por lo que se ve frente a las cámaras como por lo que pasó detrás de ellas. Porque aunque su debut estuvo plagado de buenas críticas, su camino a la pantalla fue más que accidentado. Este fin de semana, Variety apuntó que "desde Scream que no se veía una cinta de terror que desafiaba las expectativas de manera tan efectiva. Es un ingenioso giro al peor de los subgéneros slasher: las masacres de estudiantes en campamentos". Y Rolling Stone dijo que  "Cabin es un baile de miedo deliciosamente engañoso, que cambia los pasos hasta que caes  sin remedio en su endemoniada trampa". Pero el filme casi no llegó a estrenarse.

La cinta se realizó en 2009, escrita por Whedon y dirigida por su habitual colaborador en series como Buffy y Angel, Drew Goddard. Ambos se unieron cuando el director de Los vengadores llamó a su amigo para contarle la idea que tenía de realizar una película que daba un giro de sátira y humor, pero conservando el horror,  a las películas estilo Martes 13, donde una serie de jóvenes estudiantes, estereotipados en sus roles, caen presa de un sanguinario asesino. Para sus protagonistas, como es costumbre en el género, escogieron a estrellas ascendentes, como el entonces desconocido Chris Hemsworth (Thor). La película se rodó con bajo presupuesto y el control creativo total de la dupla de realizadores. Todo estaba listo para el debut, hasta que MGM, el estudio que realizó la película, se declaró en quiebra y la cinta quedó detenida, sin fecha de estreno ni destino aparente. En los años que vinieron, Hemsworth -irónicamente ayudado por la recomendación que Whedon le hizo al director Kenneth Branagh- saltó a la fama con el papel de Thor. Y finalmente, en abril del año pasado, Lionsgate desembolsó unos US$ 20 millones por los derechos de exhibición. Pero sólo este año y con un aclamado preestreno en el festival South by Southwest, la película pudo ver la luz, convertida en uno de los títulos más comentados del momento y con una estrella en ascenso como protagonista.