"Es preocupante cómo algunos hoy levantan banderas de rechazo cuando en su momento nunca alzaron la voz o bien fueron fuertes impulsores de HidroAysén. En 2009, el único candidato que se opuso fui yo".
Con esas palabras, el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominani revivió ayer un flanco al interior de la Concertación, por las diferentes posturas que han manifestado algunos personeros opositores sobre el megaproyecto hidroeléctrico y el impulso que las administraciones de Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y, luego, el candidato Eduardo Frei hicieron de la tramitación de la iniciativa.
El rechazo al proyecto -que ha desatado masivas manifestaciones ciudadanas- se ha transformado en uno de los focos de crítica de la Concertación al gobierno de Sebastián Piñera. Una actitud que contrasta con el silencioso avance de la megacentral desde 2008, cuando la hoy oposición integraba las filas oficialistas y estaba a cargo de visar las distintas etapas que pasaba el proyecto.
Hace una semana, para contrarrestar la ofensiva, La Moneda distribuyó entre sus parlamentarios un documento en el que se destacaban las palabras de respaldo que personeros de la Concertación habían manifestado frente a HidroAysén cuando estaban en el gobierno. Esto, para que les respondieran a aquellos que hoy critican la aprobación de la megacentral.
En ellas, dicen en el oficialismo, queda en evidencia que la iniciativa avanzó con el beneplácito de las principales autoridades de la época y -a diferencia de las últimas semanas- sin el masivo rechazo concertacionista que hoy despierta su aprobación.
"Chile debe acelerar los estudios para desarrollar la energía nuclear y, paralelamente, impulsar la pronta construcción de las centrales hidroeléctricas en Aysén", afirmaba el entonces ministro del Interior de Bachelet, Edmundo Pérez Yoma, al inicio de la tramitación de la hidroeléctrica.
En la misma línea se manifestaba el entonces ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, al señalar que "si estas centrales no se hicieran (HidroAysén), tenemos un déficit mayor de energía hacia el año 2013, y eso puede comprometer el desarrollo nacional".
En La Moneda resienten aún más que Piñera enfrente los costos de la iniciativa, luego de que compitió en las presidenciales con un Eduardo Frei que siempre apoyó la construcción de las represas y nunca tuvo voces disidentes entre sus partidarios concertacionistas. En la última semana, tras la aprobación de la hidroeléctrica, Frei optó por no referirse directamente a la iniciativa, insistiendo en la necesidad de diversificar la matriz energética.
En el caso de Michelle Bachelet, su distancia ha sido aún más notoria al optar por el silencio absoluto. El 2008, la mandataria obligó al ambientalista Robert Kennedy JR que desmintiera que ella había dicho que estaba en contra de las grandes represas.
En diciembre de 2008, el senador DC Jorge Pizarro entregó su apoyo al proyecto, al señalar que "HidroAysén está muy estigmatizado, pero es un proyecto clave para el desarrollo energético chileno".
Fuentes oficialistas cuestionaron el giro del parlamentario en las últimas semanas, que señaló que "he escuchado a gente de la Concertación que le parece necesario el proyecto y hay otros que lo hemos considerado no adecuado para el Chile de hoy".
Otro parlamentario que ha matizado su opinión sobre la iniciativa -afirman en las filas oficialistas- es el senador PS Camilo Escalona, quien -en todo caso- ha evitado cuestionar el proyecto y ha centrado sus críticas en el procedimiento de aprobación y en el biministro Laurence Golborne.