Nunca era tarde para Gustavo Poblete. A los 70 años aprendió a hablar francés, a los 75 aprendió a conducir automóvil y a los 85 decidió que tampoco era muy tarde para aventurarse en la computación. Asesorado por uno de sus nietos, comenzó a probar programas digitales que lo ayudaron a concebir sus últimas esculturas de madera. Cinco meses antes de exponerlas en el Museo de Arte Contemporáneo, Poblete falleció de un infarto cerebral, mientras bailaba tango en el club al que asistía cerca de su casa. Tenía 90 años. "Una vez, unos coleccionistas belgas dijeron que mi padre era el único artista geométrico capaz de crear siempre algo nuevo. Estaba siempre dando saltos gigantes en su creación", dice Gustavo Poblete, hijo del artista.

Precursor del arte geométrico en Chile y cofundador del grupo Rectángulo en 1955, junto a Matilde Pérez y Ramón Vergara Grez, Poblete demuestra su vigencia a través de la muestra Desestructuración imaginaria, que se inaugura este jueves en la galería Stuart (Pedro de Valdivia 0180). La exposición recoge esculturas tridimensionales y óleos de Poblete junto al trabajo de dos artistas jóvenes que siguen de alguna forma su línea constructivista: Nicolás Manning (27) y Catalina Macan (30).

Interesado por la obra de Le Corbusier, Vasarely y el movimiento Bauhaus, Poblete cambió, a fines de los 50, sus bodegones y retratos por obras abstractas caracterizadas por la economía de trazos, colores y la mezcla de elementos arquitectónicos. Actualmente, su hijo trabaja para la creación de la Fundación Gustavo Poblete Arte Constructivo, que será dirigida por su hermana, la actriz Elsa Poblete. "La idea es difundir la obra de nuestro padre y del constructivismo, que se conoce muy poco en Chile, a pesar de que fue importante en los 60. También queremos apoyar la difusión de jovenes artistas que trabajen estas mismas temáticas".

Así, Catalina Macan presenta en la muestra una escultura hecha en fibra de vidrio blanca y negra, que invita al espectador a descubrirla tras la observación desde distintos ángulos. "Tanto mi obra como la de Poblete tienden al minimalismo, a las líneas puras. Su punto de vista es racional y yo apelo a algo más emocional. Para mí es un referente, porque pertenece a una línea de abstracción que me conmueve", dice la artista. A su vez, Manning mostrará un mural de tela de 2 x 6 metros, donde el protagonista es el color: "Mi obra es geométrica, pero a la vez es muy gestual. Es interesante que más allá de que ambos trabajemos con formas geométricas, Poblete lo hace a partir de lo racional y yo desde lo orgánico".